Un monstruo está tomando forma y quiere ir por los más pequeños en los Estados Unidos. La variante Delta ataca con fuerza a infantes sin chance de inmunización. Esta situación tiene lleno de cortisona al sistema de atención médica pediátrica nacional.
Al parecer los mínimos logísticos podrían estar a punto de salirse de control. La prensa se ha hecho eco de un llamado de los hospitales infantiles. Estás instituciones “suplican ayuda federal al quedarse sin camas”.
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Sobre esta tragedia en gestación conocimos a través de una nota del periodista Joe Hernández de NPR. Un grupo de más de 220 hospitales pediátricos está implorando ayuda al gobierno de Biden. Sus ingresos se han abultado con registros de pacientes jóvenes de COVID-19. Esta situación pone una “presión sin precedentes” en sus instalaciones y personal en todo el país.
Variante Delta ataca con fuerza a infantes
La peor de las pesadillas de un padre comienza a hacerse realidad. La pandemia de COVID-19 se trepó por los bordes de extremo superior etario. Desde su inicio tomó con voracidad las vidas de los más viejos. Su lugar preferido para engendran muerte fueron las residencias de ancianos.
La retórica científica con data de 16 meses siempre excluyó del peligro a los más pequeños de la casa. Sin embargo la variante Delta ataca con fuerza a infantes y está generando una crisis asistencia de múltiples niveles.
El New York Times ya se hizo eco de historias terribles. Una de ellas la narró el pasado 16 de agosto. “Aún no está claro si la variante causa una enfermedad más aguda en los niños”, redactaron. Y añadieron que “su alto nivel de contagio está provocando un aumento de los casos pediátricos de COVID-19”.
Un escandaloso dato está registrado en el diario de la Gran Manzana. Se trata de la historia de Sophia. Ella “era uno de 130 niños con COVID-19 que fueron internados en algún hospital de Estados Unidos ese mismo día”. “Desde principios de julio, esa cifra ha estado aumentando”, precisó el NYT.
Asociación de Hospitales Infantiles
Los hospitales pediátricos están “al límite de su capacidad”. Esperan ver más pacientes infantiles cuando se reanude el curso escolar. El pronóstico de NPR fue obtenido de la Asociación de Hospitales Infantiles.
“Es posible que no haya suficiente capacidad de camas. Tampoco personal experto para atender a los niños y las familias que lo necesitan”. El texto corresponde al director general de la asociación. Mark Wietecha escribió esa carta al presidente Joe Biden el pasado 26 de agosto. Los días pasan y la variante Delta ataca con fuerza a infantes en toda la nación.
“La red de seguridad sanitaria de nuestros niños está sometida a una presión sin precedentes”. Así refrendó su pedimento Wietecha en un comunicado de prensa. “Los hospitales infantiles y su dedicado personal están haciendo su parte. Esperamos que todos los estadounidenses, la Casa Blanca y el Congreso puedan ayudar”.
Hay varias razones que explican la presión sobre el sistema de atención médica pediátrica.
Dolorosas explicaciones
El reciente aumento de los casos de COVID-19 impulsado por la variante delta ha afectado a los niños. Lo ha hecho de forma más grave que las cepas anteriores. Los niños menores de 12 años todavía no pueden ser vacunados. Algunos están contrayendo el coronavirus y el VRS. Éste último es un virus respiratorio estacional que puede ser peligroso para los niños, al mismo tiempo.
Wietecha dijo que los hospitales también están atendiendo a más niños con graves problemas de salud mental. Los problemas de comportamiento se han disparado. La variante Delta ataca con fuerza similar a la que inflige la depresión. El aislamiento social experimentado el año pasado y a la devastación general causada por la pandemia detonó.
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Además, dijo, muchos hospitales infantiles se enfrentan a problemas financieros. Algunas instituciones admitieron a menos pacientes durante los cierres generalizados a principios de la pandemia.
“Todos estos factores están convergiendo. Por desgracia, están preparando la tormenta perfecta. Una que amenaza la capacidad nacional de los hospitales pediátricos”, escribió Wietecha.