Un cúmulo de miradas aceradas contrastaban con una atmósfera de “sotto voce” en el epílogo de la deposición realizada por varios comités de la Cámara de Representantes que investigan si hubo un “quid pro quo” en la actuación del presiente Donald Trump frente a su par ucraniano.
William Taylor, encargado de Negocios de los Estados Unidos en Ucrania, salió en silencio de las profundidades del tercer sótano del edificio legislativo en medio de un ambiente que lo definía como la gota que los demócratas necesitaban dentro del vaso de pruebas que requieren para constituir un expediente con el fin de elevar al Senado la solicitud de un juicio político contra el presidente Donald Trump.
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La totalidad de los datos de este trabajo corresponden al impecable trabajo, realizado con la instantaneidad necesaria, ejecutado por el equipo periodístico integrado por Olivia Beavers y Mike Lillis, quienes dieron cobertura al acto legislativo, que de acuerdo a múltiples fuentes se resume en que William Taylor “creía que la administración Trump había retenido la ayuda a Ucrania en un esfuerzo por conseguir que el presidente ucraniano Volodymyr Zelensky iniciara investigaciones políticamente motivadas”.

Los datos provienen de múltiples fuentes familiarizadas con el testimonio de Taylor y de allí que los reporteros de The Hill titularan su nota: Diplomático dice que la ayuda de Ucrania estaba vinculada a investigaciones políticas.
Hablando entre dientes
La mayoría de los comentarios “audaces” –aunque verificados- provienen de fuentes no identificadas, sin embargo el equipo de The Hill logró otros testimonios y comentarios de personajes políticos que acompañan la tesis de que el diplomático Willian Taylor ha ofrecido a la Cámara Baja uno de los testimonios más demoledores y que debería colocar al Senado en una calle de un solo sentido a favor del impeachment.
Una fuente informó al equipo periodístico que William Taylor dijo que el embajador de Estados Unidos ante la Unión Europea, Gordon Sondland, le comentó que la ayuda de seguridad a Ucrania podría haberse retrasado en parte debido a la presión para que Ucrania anunciara públicamente los sondeos sobre las elecciones presidenciales de 2016, así como a uno de sus principales oponentes políticos de 2020, el ex vicepresidente Joe Biden.
“Está claro que pensó que había” un quid pro quo, otra fuente se hizo eco.
Incontinencia demócrata
Terminada la deposición del diplomático William Taylor hubo precarias declaraciones de parte de personalidades vinculadas con el partido progresista luego del testimonio ofrecido a puertas cerradas en el Capitolio.
Más allá del hermetismo las miradas y el lenguaje gestual de los abordados hacía entender a los representantes de la prensa que el embajador “había dado el testimonio más condenatorio hasta ahora en la investigación de los demócratas sobre el juicio político del presidente Trump”.
Uno de los que se permitió hablar fue el representante por Massachusetts, Stephen Lynch, quien forma parte del Comité de Supervisión. Dijo que “sin duda es el testimonio más poderoso que hemos escuchado. Este testimonio es un cambio radical. Creo que podría acelerar las cosas”, continuó Lynch. “Esto, creo, responderá más preguntas de las que plantea.”
Taylor avisó lo de Giuliani
De acuerdo a los datos recabados como contextualización por el equipo de Olivia Beavers y Mike Lillis, “Taylor, el encargado de negocios de Estados Unidos en Ucrania, estaba entre los veteranos del Departamento de Estado que habían levantado banderas rojas sobre la campaña de la Casa Blanca, encabezada por el abogado personal de Trump, Rudy Giuliani, para presionar a Zelensky por favores políticos. La investigación del juicio político de los demócratas se centra ahora directamente en ese episodio, alimentada por las acusaciones de un informante del gobierno de que Trump había colgado casi 400 millones de dólares en ayuda militar estadounidense a Ucrania si Zelensky no abría las investigaciones que Trump buscaba”, precisa la nota.
Pelosi tiene los mensajes de texto
Al parecer los datos aportados por Taylor en su deposición harán que el embajador-donador Sondland, sea un candidato para volver al tercer sótano del Capitolio para aclarar ciertas incongruencias.
Recientemente la Oradora de la Cámara Baja, Nancy Pelosi, había dicho que en la carpeta de las investigaciones reposaban transcripciones de conversaciones de texto Gordon Sondland, el embajador de Estados Unidos ante la Unión Europea.
Sobre parte de este asunto hoy se supo que en conversaciones por mensajes de texto con varios otros diplomáticos, entre ellos Sondland, Taylor advirtió el mes pasado contra la estrategia “loca” de retener la ayuda de Estados Unidos “por ayuda en una campaña política”. En un momento dado amenazó con abandonar el Departamento de Estado en protesta.

Sondland, un rico magnate hotelero y donante de Trump sin experiencia diplomática previa, retrocedió diciendo que Taylor estaba “equivocado” al suponer las intenciones de Trump.
“El presidente ha sido muy claro, no ha habido ningún tipo de quid pro quo de ningún tipo”, escribió Sondland.
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Sondland había testificado la semana pasada ante las tres comisiones de la Cámara de Representantes que dirigían la investigación de los demócratas sobre el juicio político: Inteligencia, Supervisión y Asuntos Exteriores. Pero basado en el testimonio de Taylor el martes, algunos demócratas ya están sugiriendo que Sondland volverá a ser llamado para explicar las aparentes discrepancias.
“Tengo la impresión de que el Sr. Sondland tendrá que dar algunas explicaciones”, dijo el representante Raja Krishnamoorthi (D-Ill.), miembro del Comité de Inteligencia.