Una aparente retórica desesperada ha lanzado Donald Trump contra sus correligionarios conservadores a quienes urge que pasen a la ofensiva para defenderlo de un posible impeachment, debido a que tiene la sensación de que el partido no estaría haciendo lo suficiente.
Donald Trump está frustrado. Así lo expresó recientemente el republicano Lindsey Graham y esa situación lo podría estar tornando en una persona “errática”. Hace menos de 24 horas encendió su ametralladora verbal y acusó de “corruptos” a una gran gama del espectro estadounidense, con blancos certeros sobre la prensa, que el neoyorquino ha transformado en su “archienemiga”.
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La insatisfacción del cuadragésimo quinto presidente de los Estados Unidos no solo apunta a sus adversarios naturales o a sus detractores por antonomasia, sino que ahora alude a los propios republicanos de quienes demanda ser “más duros y luchar contra el juicio político” que los demócratas están armando en su contra por las supuestas presiones a Ucrania.
Durante una reunión de su Gabinete en la Casa Blanca el Jefe de Estado dijo que “esta es una investigación falsa. Vi a un par de personas hablando en televisión sobre ella. Hablaron sobre lo que es un acuerdo falso, y los republicanos deben volverse más duros y luchar”, dijo Trump.
El mandatario indicó que su partido cuenta con “grandes luchadores”, pero consideró que tienen que volverse “más duros” porque “los demócratas están tratando de dañar al Partido Republicano para las elecciones”, que es algo donde lo están “haciendo muy bien”.
Todos son corruptos
Cuando Trump pasa a la ofensiva –al igual lo hace a la defensiva- acude a descalificaciones arteras y a veces procaces contra sus adversarios. En la jornada de contraataque reciente por el caso del impeachment, criticó a Adam Schiff, jefe del Comité de Inteligencia de la Cámara Baja, que es una de las seis comisiones del Congreso que llevan a cabo una investigación para un posible juicio político a Trump.
“Hay muchas historias que son inventadas por ‘el taimado Schiff’, que es un tipo falso. Es un político corrupto y los medios de comunicación lo compran porque desafortunadamente, los medios también son corruptos”, subrayó Trump.
Este lunes los republicanos de la Cámara Baja, donde los demócratas son mayoría, están intentando forzar una votación para presentar una moción contra Schiff por “una cierta conducta engañosa” en esas pesquisas.
Pruebas del caso Ucrania
La oficina de Pelosi publicó un comunicado de cuatro páginas, donde se recopilan las pruebas contra lo que los demócratas describen como un abuso de poder por parte de Trump.
De acuerdo al documento se toma como centro la “extorsión” y en ese apartado menciona partes de la transcripción de la llamada telefónica entre el mandatario y su homólogo ucraniano, Vladímir Zelenski, de julio pasado, “que dibuja un cuadro condenatorio de Trump abusando de su cargo presionando a un Gobierno extranjero a interferir en las elecciones de 2020”.
Dicha llamada en la que Trump pidió a Zelenski que investigara a Biden y a su hijo motivó una queja de un informante de los servicios de inteligencia.
El presidente “ha traicionado el juramente de su cargo, traicionado nuestra seguridad nacional y traicionado la integridad de nuestras elecciones para su propia ganancia política personal”, indica el documento.
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Las pruebas que aporta la oficina de Pelosi de esa “campaña de presión” por parte de Trump incluye mensajes de texto de varios funcionarios del Departamento de Estado, como uno en el que el embajador en funciones de EE.UU. en Ucrania, Bill Taylor, quien señala que “es una locura retener asistencia en seguridad para ayudar en una campaña política”.
El jueves pasado, la Casa Blanca, a través de una rueda de prensa dada por el jefe de ese Gabinete, Mick Mulvaney, confirmó que retuvo un paquete de ayuda a Ucrania en parte porque quería que investigara la presunta corrupción de los demócratas en las elecciones de 2016, aunque poco después dio marcha atrás y desmintió esa declaración.