Lejos de hermanar, el fútbol en Argentina es una expresión de sangre.
Lo acontecido en Buenos Aires tras el ataque a pedradas al autobús que transportaba el sábado al equipo de Boca Juniors por las calles de Núñez es una bajeza.
El “xeneize” iba a jugar con River Plate el partido de vuelta de la final de la Copa Libertadores de América.
Ya es mácula indeleble las 328 muertes documentadas que han enlutado a la hinchada. La albiceleste ONG Salvemos al Fútbol lleva la lúgubre cuenta que anotó al primero en 1922.
El último entierro fue hace nada, el 4 de noviembre de 2018. Martín González, (20 años) falleció al recibir una pedrada en la cabeza durante un enfrentamiento entre facciones de la barra brava de Gimnasia y Esgrima de Jujuy, luego del partido ante Deportivo Morón.
De acuerdo a José Luis Chilavert, “deberían darle el título a Boca Juniors”.
Luis Felipe Scolari, técnico del Palmeiras, opina lo mismo y en las calenturas del fin de semana el presidente de Boca no descartó ganar la Copa Libertadores en los despachos.
El exportero paraguayo José Luis Chilavert criticó duramente a la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol) y afirmó que, tras lo ocurrido este fin de semana en Buenos Aires previo al partido de vuelta de la final de la Copa Libertadores, el título del torneo debería dársele a Boca Juniors.
Por su parte Scolari dice que Boca tiene razón en no jugar.
“Si yo estuviera en Boca, no jugaría. No sé cómo está Pablo (Pérez), gran capitán de Boca, gran jugador. No sé cómo está del problema de la vista. Si yo estuviera ahí, no jugaría. Hay un precedente de esto, que ocurrió hace tres años y a River le dieron el triunfo. Para ser correctos, debería ser declarado vencedor Boca”, dijo el exseleccionador brasileño.
El toque final lo dio el domingo Daniel Angelici, quien dijo que si bien “los partidos se ganan adentro de la cancha”, su club ha hecho una documentada exposición de los hechos que desembocaron en el aplazamiento de la final y el pedido de los tres puntos como consecuencia de la descalificación del rival, según establece su reglamento.