El cantautor dominicano cuatro veces ganador del Latin Grammy, Vicente García presenta Puñito de Yocahú, su esperado regreso discográfico y primer álbum en seis años. La producción está disponible en todas las plataformas digitales.
Continuando su fructífera colaboración con el productor puertorriqueño, Eduardo Cabra, 28 veces ganador del Latin Grammy, García se adentra en el tejido cultural y sonoro del Caribe, conectándose no solo musicalmente con su tierra, República Dominicana, a través de la bachata y el merengue, sino también con todas las figuras, deidades e historias que han dado forma a la historia isleña de Latinoamérica.

“Entre crónicas y paisajes, este disco se inspira en las características únicas que definen a Quisqueya; un viaje desde el origen buscando entender el presente y aliviar el futuro”, compartió Vicente García sobre Puñito de Yocahú.
En una exploración rítmica sin igual, García se inspira en todas las facetas sonoras de su natal República Dominicana, transitando por la bachata, el merengue y sus variantes como el mambo, e innovando al fusionar tradición con beats electrónicos y recursos como el vocoder, elevando los matices interpretativos del cantautor. Además, la salsa, el reggae y hasta el funk conviven armoniosamente en los rincones de la producción, impregnando de tropicalidad cada una de las historias narradas.
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Este sentido tributo a su país, García invoca a figuras precolombinas y deidades taínas como Yocahú, dios de la yuca y la fertilidad, y Atabey, madre de las aguas, en canciones como “Puñito de Yocahú”, que da título al álbum, y “El Huracán”, la carta de presentación de la producción.
Como cronista de emociones caribeñas, en “El Huracán” García transforma los temidos huracanes que azotan las islas anualmente en una poderosa metáfora sobre el amor tormentoso. Se conecta con sus raíces afrocaribeñas a través de cantos ancestrales de trabajo, mientras invoca a la diosa Atabey en una súplica por encontrar paz en medio de la tempestad emocional.
Puñito de Yocahú no solo habla de amor y desamor, también es un canto a la resiliencia cultural. La producción a los sonidos originarios del Caribe, un reconocimiento a los pueblos originarios y sus heridas, un llamado a la conciencia cultural y social, un llamado a preservar la identidad en medio de un mundo cada día más conectado.
Por: Nota de prensa