Las ventas de bebidas azucaradas cayeron drásticamente en cinco ciudades de Estados Unidos, incluyendo en Phialdelphia, luego de que se implementaran impuestos dirigidos a estas, según un estudio publicado en la revista JAMA Health Forum.
En el estudio, los investigadores aseguraron que los hallazgos demostraron que los controvertidos impuestos, con los que no han estado de acuerdo la industria de las bebidas, realmente funcionan.
Scott Kaplan, profesor de economía en EEUU Academia Naval y autor principal del estudio, analizó el efecto compuesto de los impuestos en múltiples ciudades para tener una idea de lo que podría suceder si estos fueran más generalizados, o escalados a nivel estatal o nacional.
Las ciudades estudiadas por Kaplan y sus colegas fueron: Philadelphia, Seattle, San Francisco y Oakland, California, y Boulder, Colorado. Ellos evidenciaron que los impuestos oscilaron entre 1 y 2 centavos por onza, lo que equivale para una botella de refresco de 2 litros, entre 67 centavos y 1,30 dólares adicionales en impuestos.
También descubrieron que, en promedio, los precios de las bebidas endulzadas con azúcar subieron un 33,1% y las compras bajaron básicamente en la misma cantidad: el 33%.

“En otras palabras, por cada aumento del 1% en el precio, encontramos que las compras caen alrededor del 1%”, precisó Kaplan, al tiempo que destacó que cuando la gente tuvo que pagar más por las bebidas azucaradas, redujeron sus compras, y el efecto fue grande y sostenido.
El autor también indicó que los hallazgos de investigaciones anteriores sobre el tema de las bebidas azucaradas han sido contradictorios. “Algunos estudios que se centraron en Philadelphia han encontrado que, si bien las ventas disminuyeron significativamente en la ciudad, en realidad aumentaron en las áreas circundantes, lo que indica que la gente viajaba para evitar los impuestos”.
Para Kaplan, “los refrescos constituyen una cuarta parte de todo el azúcar añadido que vemos en la dieta estadounidense promedio de adultos. Y esa es una cantidad muy grande que genera efectos perjudiciales en la salud”.
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El azúcar añadido está relacionado con una serie de malos resultados de salud, como la diabetes, la obesidad y las enfermedades cardíacas. Los impuestos sobre las bebidas azucaradas están diseñados para desalentar las compras y reducir el consumo.
Impuestos sobre los refrescos
En 2019, tanto la Asociación Americana del Corazón como la Academia Americana de Pediatrías, aprobaron oficialmente los impuestos sobre los refrescos como una buena manera de reducir los riesgos de obesidad infantil. Y, recientemente en diciembre, la Organización Mundial de la Salud (OMS) pidió a los países que los aumentaran como una forma de promover estilos de vida más saludables.

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En Estados Unidos, varias ciudades importantes, incluyendo Philadelphia, aprobar los impuestos desde hace varios años, mientras que la industria de los refrescos ha invertido millones de dólares en la lucha contra esos esfuerzos.
La Asociación Americana de Bebidas enfatizó que la estrategia de la industria de ofrecer a los consumidores más opciones con menos azúcar está funcionando, señalando que casi el 60% de las bebidas que se venden en la actualidad tienen cero azúcares.