La ciudad ha emitido un informe desconsolador. A menos de 24 horas de su instalación un servicio de sanitario y lavabo en Kensington fue vandalizado. La idea de estos dispositivos es luchar contra la propagación de la hepatitis A, una enfermedad infecciosa que puede transmitirse con el contacto de unas manos desaseadas con residuos de caca.
De acuerdo a la portavoz de la oficina del Director General de la ciudad, Deanna Gamble, los dos remolques sanitarios y una estación de desinfección de manos fueron activados y rápidamente fueron violentados en Filadelfia.
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El costo del programa es de alrededor de US$250 mil para la instalación y las limpiezas dos veces al día hasta el final del año. Esta inversión podría ser acompañada por un programa educativo con facilitadores de punto, que informen al público los beneficios de contar con estas unidades y que los principales beneficiados son las personas en condición de indigencia y los que están en las garras de los opiáceos.
Es importante destacar que la ciudad ha dispuesto tres estaciones: Un remolque de baño 1 en Monmouth y Kensington, otra estación similar e baño 2 en Somerset y Kensington; además de un lavamanos en Kensington y F Street, al otro lado de la calle de McPherson Square.
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La hepatitis A en los suburbios pobres de Filadelfia es una enfermedad que está ganando terreno. El número de casos, unos 30 al año, se ha quintuplicado en el los último bienio.
Como contramedida por la vandalización la ciudad ha dispuesto que las estaciones sanitarias estén encerradas todas las noches en perjuicio de los necesitados.