El Departamento de Salud de New Jersey (NJDOH) emitió una alerta de salud pública, instando a los residentes a extremar precauciones ante la confirmación de un nuevo caso de sarampión en el estado. El contagio se remonta a una persona no residente que visitó el estado mientras era portadora del virus, altamente contagioso, exponiendo a la comunidad.
Según la agencia, el único caso confirmado hasta ahora es un residente del condado de Hudson que contrajo la enfermedad tras un contacto cercano con el visitante contagiado. Las autoridades de salud han sido enfáticas en señalar que, si bien este caso es motivo de preocupación, no está vinculado a brotes anteriores en el estado.
En este momento, New Jersey no cumple con la definición de “brote” establecida por los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), que requiere la identificación de tres o más casos relacionados.
El NJDOH está pidiendo a la ciudadanía, en particular a padres, tutores y profesionales de la salud, que se mantengan vigilantes. La principal recomendación es asegurarse de que todos los miembros de la familia estén al día con la vacuna MMR (contra el sarampión, las paperas y la rubéola), la forma más efectiva de prevenir la propagación de la enfermedad.
Puedes leer: Vacunación contra la gripe estacional en Camden
¿Cuáles son los síntomas?
Con el sarampión los síntomas pueden ser fiebre alta, tos, secreción nasal, ojos rojos y llorosos y una erupción cutánea que suele aparecer entre tres y cinco días después de que comienzan las señales anteriores.
La erupción generalmente comienza con manchas rojas planas que aparecen en la cara en la línea del cabello y se extienden hacia abajo hasta el cuello, el torso, los brazos, las piernas y los pies. El sarampión también puede causar complicaciones graves, como neumonía y encefalitis (inflamación del cerebro), y puede provocar un aborto espontáneo en personas embarazadas, un parto prematuro o un bebé con bajo peso al nacer.
Más de la MMR
La vacuna MMR (measles, mumps y rubella), o triple vírica fue creada para proteger contra el sarampión, las paperas y la rubéola. La primera dosis se administra entre los 12 y 15 meses, y la segunda entre los 4 y 6 años. Las autoridades sanitarias enfatizan la necesidad de que adolescentes y adultos verifiquen su estado de inmunización. Esta medida preventiva es fundamental para mantener la inmunidad comunitaria frente a un virus tan contagioso.
Las recomendaciones prestan especial atención a las mujeres en edad fértil. Aquellas sin inmunidad comprobada contra la deben procurar vacunarse antes de concebir o inmediatamente después del parto para protegerse a sí mismas y a futuros hijos.
“La mayoría de las personas vacunadas contra el sarampión, las paperas y la rubéola estarán protegidas de por vida. Las vacunas y las altas tasas de vacunación han reducido considerablemente la frecuencia de estas enfermedades en Estados Unidos”, señalaron los CDC.

































Noticias Newswire








