Uruguay entró en un compás de espera tras el balotaje realizado el domingo, que dejó al candidato opositor de centroderecha Luis Lacalle Pou al frente del escrutinio y pendiente de un recuento de votos que confirme una exigua diferencia sobre el oficialista Daniel Martínez (izquierda).
Terminado el escrutinio primario, Lacalle Pou, de 46 años, líder del Partido Nacional, obtenía 48,71% de los votos, y Martínez 47,51%, en unos comicios que se definen por mayoría simple.
Pero la diferencia de apenas 28.666 votos es inferior a la de los votos “observados” cuando los electores sufragan en circuitos que no les corresponden o no figuran en el padrón, en este caso unas 35.000 papeletas, por lo que hay que esperar a que la Corte Electoral realice el escrutinio secundario (el recuento voto a voto), que esta vez será clave para definir al nuevo Presidente.
La ley establece que en esos casos se podrá votar en forma “observada”, para que luego la Corte coteje la existencia del elector y reinscribirlo en el padrón antes de validar el sufragio, por lo que este recuento demanda más tiempo.
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Escrutado el 100% de los votos, Lacalle recogió 1.168.019 sufragios contra 1.139.353 del postulante oficialista; 28.666 votos de diferencia con 35.229 observados que se empezarán a contar el martes 26 de noviembre.
El izquierdista tendría que conseguir el 91% de las actas observadas para revertir el resultado, según la consultora Enia, que analiza las estadísticas de la votación.
El presidente de la Corte Electoral, José Arocena, dijo que el segundo escrutinio comenzará el martes a las 09:00 de la mañana hora local, y culminará como máximo el viernes.
Sin embargo, Lacalle Pou anunció la victoria y señaló que la confirmación formal es cuestión de horas y refirió además que el candidato del Gobierno no lo llamó a pesar de que existe una conclusión electoral inexorable. Dijo que el presidente Tabaré Vázquez sí se comunicó con él.
“Tenemos la convicción material de que el 1° de marzo asume un nuevo gobierno”, proclamó ante la multitud que no paraba de corear “presidente, presidente”.