Con más de dos millones de permisos para su uso, Florida es el estado de los Estados Unidos más armado de toda la Unión, de acuerdo a un reporte que emitió el Departamento de Agricultura (DACS) en su página web.
De acuerdo a la densidad poblacional de Florida, los número indican que alrededor del 10% de la población está legalmente armada, tras la contabilización de permisos concedidos hasta el pasado 31 de marzo cuando el registro alcanzó las 2 millones 158 mil 447 portes verificados por la autoridad.
Los números dan a entender que en el estado que “En Dios Confía”, 1 de cada 10 habitantes está legalmente armado y que los permisos que están dentro de la cuenta que se cita, según Departamento de Agricultura, engloba las licencias concedidas a jueces (767), funcionarios de prisiones y agentes del orden o la ley jubilados (11 mil 974) o agentes de la ley en activo (132 mil 954) y de seguridad en colegios (416), entre otros grupos.
A un ritmo de crecimiento de 17 mil 500 concesiones de permisos de armas al mes, Florida, con una población de 21,3 millones de habitantes, podría superar antes del verano la cifra de dos millones de civiles con permisos para portar armas de fuego.
Actualmente, el número de licencias legales concedidas a civiles para portar armas es de 1.971.997.
Según los datos recopilados por la organización Amnistía Internacional (AI) relativos al año 2016, Estados Unidos está a la cabeza de los países industrializados en número de muertes (38 mil 658) por este motivo, tanto en cifras per cápita como absolutas.
De media, se registraron 106 fallecimientos diarios en suelo estadounidense por el uso de armamento de fuego.
Del total 38 mil 658 muertes, 22 mil 938 fueron suicidios y 14 mil 415, homicidios, mientras que el resto fueron clasificadas como accidentes (495), intervenciones legales (510) y casos indeterminados (300).
El informe muestra también que 1.637 menores perdieron la vida a causa de las armas de fuego, de los que 862 fueron víctimas de un homicidio y 633 fueron registraron como suicidios.
En febrero pasado, la Cámara Baja del Congreso de Estados Unidos aprobó un proyecto de ley que exige que se comprueben los antecedentes penales del comprador en toda venta de armas, lo que la convierte en la iniciativa legislativa más importante de las últimas dos décadas en este ámbito.
La Segunda Enmienda a la Constitución de Estados Unidos, adoptada originalmente en 1787, es el principal argumento al que apelan los estadounidenses favorables a las armas, que consideran que esta medida es parte de la identidad nacional del país.
Sin embargo, el aumento de tiroteos masivos en las últimas décadas ha hecho crecer la corriente de estadounidenses que defienden una mayor regulación al acceso y uso de las armas en el país