La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) informó que está tomando medidas para proteger parte del patrimonio cultural de Ucrania de la destrucción en el marco de la incursión militar rusa al país.
La Unesco también dijo que la comunidad internacional tiene el deber de ayudar a defender y preservar los edificios históricos ucranianos, al igual que otros tesoros culturales.
«Debemos salvaguardar el patrimonio cultural en Ucrania, como testimonio del pasado y como base para la paz y la cohesión en el futuro», dijo la directora general, Audrey Azoulay.
Desde el inicio del conflicto el pasado 24 de febrero, hay movilizaciones para entablar un contacto permanente con las instituciones afectadas y los profesionales de la cultura en Ucrania, evaluar la situación y reforzar la protección de los bienes culturales.
El primer paso de la organización es marcar los sitios y monumentos del patrimonio cultural para recordar su condición especial de zonas protegidas por el derecho internacional, que ordena su exclusión de los bombardeos.
Así se empieza con el «Escudo azul», establecido en la Convención de La Haya de 1954 para la Protección de los Bienes Culturales en caso de Conflicto Armado, con el fin de evitar daños deliberados o accidentales.
Los sitios ucranianos inscritos en la Lista del Patrimonio Mundial, como «Kyiv: catedral de Santa Sofía, conjunto de edificios monásticos y laura de Kievo-Petchersk», se consideran prioritarios.
El proceso de señalización física empezó el fin de semana pasado en el sitio «Lvov – Conjunto del Centro Histórico».
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Como parte de esta labor de protección, la Unesco trabaja junto al Instituto de las Naciones Unidas para la Formación y la Investigación (Unitar), que se encarga de analizar imágenes satelitales de sitios prioritarios en riesgo y evaluar los daños de los ya afectados.
Por ejemplo, en el centro de Leópolis, en el oeste de Ucrania, las innumerables estatuas están recubiertas con lonas protectoras y telas antincendios para protegerlas de un posible ataque ruso. De Neptuno, que domina junto a otras tres esculturas inspiradas en la mitología griega y romana la plaza del Mercado de esta ciudad, sólo queda visible el tridente. A Anfitrite, Diana y Adonis les pasó lo mismo.
En toda la ciudad, de 700.000 habitantes, un regimiento de agentes se apresura a proteger, con los medios que tiene, el rico legado cultural de Leópolis, inscrito en el patrimonio mundial de la Unesco.
La iniciativa corre a cargo de Andriy Saliuk, director de la Sociedad para la Protección de Monumentos, que en tiempos normales sensibiliza a la población y las autoridades para preservar el patrimonio.
Andriy Poshekva es uno de estos restauradores. Este cuadragenario supervisa la instalación de paneles protectores de las vidrieras de la basílica catedral de la Asunción, de finales del siglo XIV.
«Somos muy conscientes de que no estamos en condiciones de protegerlos de un impacto directo, pero intentamos tanto como sea posible protegerlos de daños leves, ya sea un incendio, una onda de choque o de pequeños fragmentos», aseguró a AFP.
En un lado del templo, una imponente escultura que representa el Santo Sepulcro ya está envuelta con telas protectoras, bajo la mirada atenta de Liliya Onishchenko, responsable de la protección del patrimonio cultural para la municipalidad de Leópolis.
Bajas patrimoniales
La primera pérdida notable en este aspecto ha sido el Museo Histórico y Cultural de Ivankiv, ubicado unos 70 kilómetros al noroeste de Kyiv. El edificio, fundado en 1981 e incendiado ahora por las tropas rusas, guardaba entre su colección 25 cuadros de Maria Primachenko, una de las pintoras ucranias más notables y representante del arte naíf. Con la llegada del ejército de Putin a la capital, las miras están ahora puestas en la catedral de Santa Sofía, uno de los siete lugares de Ucrania declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Con información de AFP y ONU