El contacto piel con piel puede ser un salvavida para los bebés prematuros, la Organización Mundial de la Salud (OMS) a través de la actualización de su guía de planificación familiar, expuso que esta acción puede salvar vidas en la salud pública.
La guía es una referencia muy utilizada sobre el tema en todo el mundo, cuenta con más de un millón de ejemplares distribuidos o descargados hasta la fecha y que, entre otros aspectos, contribuye a reducir la mortalidad materno infantil o la transmisión del VIH.
Esta nueva guía trae consigo dos actualizaciones importantes: cómo salvar y cuidar a los bebés prematuros y las relacionadas con la planificación familiar, que contribuye al mayor control de los embarazos deseados.
Por un lado, las nuevas directrices para bebés nacidos prematuros recomiendan contacto directo con la piel de sus cuidadores inmediatamente después de nacer, esto mejora significativamente su salud y posibilidades de sobrevivir.
El contacto piel con piel, también conocido como «cuidado de madre canguro», debería comenzar inmediatamente después de que estos pequeños respiren por primera vez, sin pasar aun por la incubadora. El calor, la lactancia materna exclusiva y la posición canguro, son los principios básicos de la metodología.
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Este método es altamente recomendado por Unicef y combina el tratamiento en el hospital, con el ambulatorio y en el hogar, y alcanza mejores resultados que la alternativa más costosa de una prolongada hospitalización.
Solo en Estados Unidos, se estima que el costo por día en una unidad de cuidado intensivo para prematuros es de aproximadamente US$3.000 a $5.000 por día; el cuidado similar, en países en vías de desarrollo, se estima en US$200 diarios, mientras que, en contraste, el programa avalado por Unicef tan solo cuesta US$4,6 por encuentro con el hospital.
«Los bebés prematuros pueden sobrevivir, prosperar y cambiar el mundo, pero hay que dar a cada bebé esa oportunidad», dijo el director general de la agencia de la ONU Tedros Adhanom Ghebreyesus. «Estas directrices demuestran que para mejorar los resultados de estos bebés tan pequeños no hay que ofrecer siempre las soluciones más tecnológicas, sino garantizar el acceso a una atención sanitaria esencial centrada en las necesidades de las familias».
Cada año nacen en el mundo 15 millones de bebés prematuros, es decir, antes de la semana 37 de embarazo, esto quiere decir uno de cada 10 nacimientos aproximadamente. Esta es una de las principales causas de muerte en niños menores de cinco años.