Los debates presidenciales en los Estados Unidos son parte de las tradiciones políticas de la nación. A la fecha su rating en la audiencia es exiguo, sin embargo tienen la máxima cobertura. El último debate Trump-Biden podría ser un show más. A la fecha no hay datos científicos que lleven a pensar que lo ocurrido en un debate haya cambiado el destino de un resultado electoral.
No obstante como dice el filósofo surcoreano profesor de la Universidad de Berlín, Byung-Chul Han, los ritos son importantes. En ellos se modelan las tradiciones y se edifican las estructuras sociales. El debate de esta noche en Nashville, Tennessee, debe recordar a la nación que tiene valores.
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De acuerdo a los registros esta es la segunda vez que la Universidad de Belmont acoge un debate presidencial. Se trata de un centro privado cristiano. Allí en 2008 el demócrata Barack Obama y el republicano John McCaine expusieron sus argumentos. La moderadora del debate será Kristen Welker, periodista del canal de televisión NBC News. El cara a cara comenzará a las 21:00 horas ET y durará 90 minutos.
Último debate Trump-Biden
Es oportuno recordar que para este encuentro privará la regla del micrófono silenciado. Para este último debate Trump-Biden se espera que el desarrollo de las ideas no se interrumpa. El evento se da con Joe Biden comandando los números de las encuestas nacionales.
Sobre este asunto es interesante una afirmación hecha por el influyente Rupert Murdoch. El fundador del imperio mediático News Corp, mecenas de políticos y causas conservadoras. Él cree que el presidente estadounidense, Donald Trump, perderá las elecciones. Al parecer su previsión es que la derrota será por un “amplio margen”, según fuentes consultadas por el Daily Beast.
Las cosas por hablar
La Comisión para el Debate Presidencial colocó los temas que serán examinados. La lista se pasó con un desacuerdo del actual mandatario quien asegura que la institución favorece a Biden. Los asuntos a tratar serán la lucha contra la pandemia, las familias estadounidenses, la seguridad nacional, el liderazgo, la crisis climática y la raza.
Sin embargo conocida la naturaleza del Jefe de Estado, es posible que las cosas se salgan de control. Allí tendrá un interesante papel la moderadora Kristen Welker, quien también fue acusada por Trump de parcializada.
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De haber desvíos lo más probable es que los oponentes se trencen en cuitas familiares, en cuentas bancarias chinas o en el caso de la confirmación de la jueza Amy Coney Barret.
Asimismo, poco sería extraño que en el intercambio aparezcan revelaciones del director de la Inteligencia Nacional de EE.UU., John Ratcliffe. El funcionario alertó el miércoles de que Irán y Rusia han obtenido información “crucial”. Al parecer estas naciones influyen en votantes estadounidenses y están tratando de interferir en los comicios.