Los Estados Unidos en pocas ocasiones han salido ilesos en términos de mancillar a la libertad de prensa en el país. El informe SIP de este año no ha sido la excepción. No obstante la particular relación del Presidente del país con los medios destaca en las recriminaciones.
Los arrestos más recientes y los ataques a los periodistas se han ubicado en el marco de las protestas de Black Lives Matter. Sin embargo antes del asesinato de George Floyd, en Mineápolis, las cosas no marchaban muy bien.
Periodistas vejados en la propia Casa Blanca, ataques frontales entre la administración y reporteros son recordados. Además de escarceos verbales varios que se hicieron virales en el desarrollo del período Trump.
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Y es precisamente al Jefe de Estado de la nación a la que la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) señala como el promotor de una “retórica antiprensa”. Sin dudas los enfrentamientos entre la prensa y el poder no son novedosos. Sin embargo el “toque de Trump” en las redes sociales obliga a calificarlo de inédito.
Informe SIP y los EEUU
Sobre estas cuitas trata el informe SIP preliminar en torno a la situación de la libertad de prensa en Estados Unidos. El material será presentado durante la 76 Asamblea General de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP). El prestigioso encuentro inició este miércoles en formato virtual a causa de la pandemia del coronavirus.
En el documento dedicado a EEUU se señala que además de la “retórica antiprensa” del presidente Donald Trump, los periodistas “sufrieron numerosos ataques físicos. Muchos de ellos infligidos por miembros de las fuerzas del orden”.
Hay que destacar que estas percepciones están pendientes de aprobación en la jornada de clausura que se celebrará el viernes. No obstante para los escépticos solo es necesario seguir el hilo del Twitter del Presidente para sacar conclusiones.
Los números siempre ayudan
El informe SIP sobre los Estados Unidos está apalancado en datos y registros verificados. Una fuente “digna de todo crédito” lleva la contabilidad, Se trata del U.S. Press Freedom Tracker. Ellos registraron que entre el 1 de abril y el 30 de septiembre ocurrieron 148 ataques físicos a periodistas. De acuerdo a la institución se trata de un “aumento asombroso” respecto a los últimos tres años.
En el ámbito de los ejemplos en informe SIP es prolijo. Narra el caso de la fotoperiodista Linda Tirado, quien quedó ciega de forma permanente a causa de una bala de espuma disparada por la Policía. Otra reportera gráfica, Barbara Davidson, quien recibió un golpe en la cabeza al ser arrojada al suelo por un agente.
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En términos de pequeños desmanes el informe SIP es minucioso. Los periodistas en este período examinado han comprendido de primera fuente porqué el ejercicio de su profesión es riesgoso. Han sido empujados, golpeados y rociados con gas pimienta por las fuerzas del orden público. Muchos podrán pensar que son gajes del oficio, sin embargo son situaciones reprochables para la primera democracia del mundo.
Los reporteros han sido atacados a pesar de llevar credenciales de prensa y de identificarse. Lo interesante de la “retórica antiprensa” es que no solo coloca al aparato represivo contra los periodistas, sino al público que también arremete contra ellos.
U.S. Press Freedom Tracker precisa que hasta el 8 de octubre el número de agresiones e incidentes vinculados con la libertad de prensa durante las protestas ascendió a más de 856.