Cada día que pasa trae nuevas revelaciones sobre la venalidad, incompetencia y colusión de Donald Trump con Vladimir Putin. Él es dueño del cierre del gobierno, porque declaró en el ahora famoso enfrentamiento con Pelosi y Schumer en la Oficina Ovalada que estaría orgulloso de cerrar el gobierno. Su posición ha cambiado y ahora quiere culpar a los Demócratas intransigentes. La razón que dio entonces y sigue dando es que quiere que el Congreso le dé el dinero para construir el Muro en la frontera con México. ¿Están los senadores y congresistas Republicanos dispuestos a caer con Donald Trump? Es muy claro que no podrá cumplir la promesa que les hizo a sus seguidores en numerosas ocasiones. Además, el cierre ha afectado a los guardias fronterizos, la Guardia Costera y otras agencias federales obligando a los funcionarios públicos a hacer cola para recibir alimentos y aceptar ayuda para pagar sus cuentas.
Trump perdió un voto en el Congreso 357-22 en un claro mensaje al presidente de que Estados Unidos no puede abandonar la OTAN. El perro faldero de Trump, Mitch McConnell, finalmente acordó llevar dos proyectos de ley concurrentes al piso para financiar las operaciones del gobierno hasta la primera semana de febrero. Los líderes del Senado se han enfrentado a otros presidentes. Pero McConnell teme al presidente, y no se atrevió a llevar las cuentas al piso. El ex senador Harry Reid dijo sobre el líder del senado: “Mitch McConnell ha arruinado el Senado”.
Este político cobarde, sin mentón y sin espinas, ha afectado negativamente las vidas de 800 mil empleados federales y ha paralizado muchas operaciones gubernamentales cruciales como el FBI y la Seguridad Nacional, operaciones que su partido afirma son cruciales para nuestra seguridad. Norm Ornstein, del American Enterprise Institute, califica a McConnell como el último entre los líderes del Senado: “Por aclamación”.