En la cueva de un estado tradicionalmente demócrata anoche el presidente Donald Trump gritó e hizo eco sobre lo que él considera los peligros que traería a la nación que “dejáramos llegar a la Casa Blanca” a un individuo integrante de la izquierda radical.
Desde Nueva Jersey, específicamente en un acto proselitista que desbordó las instalaciones de un resort veraniego ubicado en la localidad de Wildwood, el Jefe de Estado en campaña por la reelección tomó como blanco al candidato unido al ala progresista, Bernie Sanders, al que atacó de forma reiterada y con quien se ayudó para modelar a un enemigo que asecha a los Estados Unidos que está identificada como la izquierda radical.
Fue interesante notar la preocupación impostada que solo puede observarse en tiempos de debate electoral, cuando Trump se mostró perturbado porque hay un “éxodo masivo” desde el Partido Demócrata, y dijo que los republicanos les darán la bienvenida “con los brazos abiertos”.
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Nueva Jersey
Una de las cavernas donde con frecuencia se notan más progresistas que conservadores, está en el estado de la “libertad y la prosperidad”, una entidad que reunió un contingente de republicanos que sobrepasó el aforo del resort en Wildwood y dejó gente en los alrededores quienes a la distancia escucharon como Trump prometió a sus seguidores detener a la “izquierda radical” y mantener la bonanza económica.
Muchos dijeron que era inusual que en un estado tradicionalmente demócrata se viera una concentración tan nutrida de simpatizantes republicanos, ataviados con las características gorras rojas y todo tipo de parafernalia pro-Trump.
De acuerdo a varios apuntes encontrados en portales digitales, los comentarios precisan que muchos se quedaron fuera del recinto en el que habló el Presidente, con capacidad para unos 7 mil 400 espectadores, y ante el que algunos hicieron cola durante toda la noche anterior para poder ver de cerca al multimillonario neoyorquino.
Economía viento en popa
Con una audiencia de millares, Donald Trump recalcó el buen rumbo de la economía estadounidense, con niveles de empleo récord, y advirtió de que elegir a un presidente demócrata el próximo noviembre traería el desastre.
En tono sarcástico que disimuló muy bien una convicción Trump dijo desde New Jersey: “Esta gente está loca. Están siguiendo los pasos de socialistas como Bernie Sanders”, un personaje al que atacó sin cesar durante toda su intervención, que se extendió durante más de una hora.
“Los demócratas son ahora el partido de los impuestos altos, del crimen, de las fronteras abiertas, de los abortos tardíos, del socialismo y de la corrupción descarada”, clamó.
Los demócratas huyen
Según expuso Trump durante el mitin, las ofertas que escuchan los votantes de los líderes demócratas que están en fila para las primarias, son una serie de mensajes aterrantes que están creando una desbandada en el ala progresista.
Sanders fue el nombre más repetido por Trump de entre todos sus potenciales rivales en las elecciones de noviembre y el presidente estadounidense aseguró que las posturas de “extrema izquierda” están alejando a enormes números de demócratas del partido.
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Como ejemplo, el presidente estadounidense señaló al congresista por Nueva Jersey Jeff Van Drew, que en diciembre se pasó del Partido Demócrata al Republicano tras rechazar el juicio político contra Trump y que este martes le acompañó sobre el escenario.
Ese proceso de “impeachment”, insistió Trump, es una “farsa” y un intento por parte de los demócratas de “robar las elecciones”.
El jefe del Ejecutivo insistió además en los puntos centrales de su campaña, entre ellos dureza en materia de migración, nuevas bajadas de impuestos y más firmeza en el ámbito del comercio internacional.