El Departamento de Estado ha incrementado sus argumentos que desestimula a los estadounidenses que pretenden viajar a China debido al desarrollo del evento epidemiológico que con el coronavirus tiene muy ocupadas a las autoridades sanitarias de Pekín.
Desmotivar las partidas de estadounidenses que tienen planificado estar en China, bien sea por negocios o placer, es un trámite que viene haciendo el Departamento de Estado que hace seguimiento al brote viral que se desencadenó en la ciudad de Wuhan.
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Sin embargo las medidas en casa también deben extremarse, debido a que según datos recogidos por Xinhuanet, “el mundo se encuentra en la cúspide de un sostenido auge del turismo chino”. China es el cuarto país más visitado del mundo, después de Francia, Estados Unidos y España, con 56,9 millones de turistas internacionales al año.
Con estos datos se puede inferir que el coronavirus no solo podría llegar a nuestros puertos de entrada en aviones exclusivamente provenientes de China, la enfermedad podría llegar a bordo de aeronaves francesas, españolas y de otras latitudes de la Unión Europea.
Estados Unidos ha advertido a los viajeros que reconsideren su visita a China debido a la amenaza del brote de virus coronavirus que a la fecha ha matado a más de 80 personas y ha enfermado a miles en todo el país y se ha extendido a nivel mundial.
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La semana pasada, el Departamento de Estado aumentó su asesoría de viajes para la provincia china de Hubei -de la que Wuhan es la capital de la provincia- al Nivel 4: No viajar. También ordenó la evacuación de todo el personal que no sea de emergencia y sus familias de la provincia china de Hubei.