La pena de muerte como una sanción de naturaleza federal quiere ser retomada por la administración Trump, de acuerdo a una declaración de prensa ofrecida hoy por el fiscal general estadounidense, William Barr.
Este propósito de la administración Trump ha sido mostrada públicamente un día después que el ex fiscal especial para la trama rusa, Robert Mueller, dijera ante los comités de Justicia e Inteligencia de la Cámara Baja, que su investigación “no exoneró” al magnate neoyorquino de ningún posible delito.
William Barr, dijo en una nota de prensa, que “el Gobierno de EE.UU. anunció este jueves su intención de retomar la pena de muerte a nivel federal tras dos décadas sin usarla con el objetivo de “traer justicia a las víctimas de los crímenes más horribles”.
De acuerdo al parte de prensa “el Departamento de Justicia respalda el estado de derecho y le debemos a las víctimas y sus familias llevar adelante la sentencia impuesta por nuestro sistema de justicia”.
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Según se ha conocido a través de medios locales, el fiscal ha transmitido su decisión al buró de prisiones y ha pedido a su director en funciones, Hugh Hurwitz, que programe las ejecuciones de cinco presos que fueron condenados a muerte por asesinato, y también por delitos de tortura y violación contra niños y ancianos.
Las ejecuciones, que no se practican a nivel federal desde 2003, se llevarán a cabo en diciembre de este año y enero de 2020, según el anuncio.
Barr remarcó que “bajo Gobiernos de ambos partidos, el Departamento de Justicia ha buscado la pena de muerte para los peores criminales, incluidos estos cinco asesinos, cada uno de los cuales fue condenado por un jurado tras un proceso completo y justo”.
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De acuerdo a una línea de tiempo referente a esta sanción, el Tribunal Supremo restituyó la pena de muerte en 1976 y eso ha permitido a los estados más conservadores del sur de EE.UU., como Alabama y Misisipi, implementar este castigo.
En concordancia con la cronología el Congreso de EE.UU. aprobó en 1988 una ley que permitía ejecutar a muerte a algunas de las personas condenadas por delitos de drogas.
El pasado 20 de junio se le aplicó la pena de muerte en el estado de Georgia el reo Marion Wilson por el asesinato de un guardia de prisiones en 1996, lo que le convirtió en el ejecutado 1.500 en Estados Unidos desde que la pena de muerte quedó restituida hace cuatro décadas.