La medida anunciada por el presidente Donald Trump para suspender temporalmente la inmigración a los Estados Unidos, tiene como base defender el empleo de los estadounidenses que según él peligrarían con el arribo de nuevos inmigrantes.
La noche del lunes el Jefe de Estado adelantó que firmará una medida proteccionista para mitigar los efectos que en la base económica ha provocado la pandemia del coronavirus.
“A la luz del ataque del Enemigo Invisible, así como la necesidad de proteger los trabajos de nuestros GRANDES ciudadanos americanos, firmaré una Orden Ejecutiva para suspender temporalmente la inmigración a los Estados Unidos!”, tuitió Trump.
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La orden marcaría un potente uso del poder ejecutivo por parte de Trump. La suspensión de toda la inmigración puede ser vista como una extensión de las restricciones de viaje que la administración Trump ya ha impuesto en la mayor parte de Europa, China, Canadá, México e Irán.
Algunos analistas creen que Trump ha encontrado una oportunidad para allanar terreno en su política para restringir la inmigración en los EE.UU: Ha perseguido la construcción de un muro fronterizo, ha implementado políticas que limitan qué inmigrantes pueden solicitar asilo y ha supervisado la separación de las familias que cruzan al país ilegalmente. Ahora ha va a cerrar al país por completo.
Reacción demócrata
Los funcionarios demócratas acusaron a Trump el lunes de usar la pandemia como justificación para atender a su base con la política de inmigración de línea dura.
Joaquín Castro, el representante demócrata de Texas y presidente del Comité Hispano del Congreso, señaló a través de Twitter que “esta acción no es sólo un intento de desviar la atención del fracaso de Trump para detener la propagación del coronavirus y salvar vidas, sino un movimiento de tipo autoritario para aprovechar una crisis y avanzar en su agenda anti-inmigrante. Debemos unirnos para rechazar su división”.
Otros progresistas que reacionaron fueron el representante progresista por Virginia, Don Beyer y su correligionario senador Brian Schatz de Hawaii. El primero dijo que “la inmigración casi se ha detenido y EE.UU. tiene muchos más casos que cualquier otro país. Esto es sólo un chivo expiatorio xenófobo”, dijo en referencia a la decisión de Trump.
Por su parte el Senador por el quincuagésimo estado de la Unión retuiteó un mensaje de Dan Pfeiffer, un ex ayudante de Obama, quien dijo que con la medida “Trump transmitiendo al mundo que está viendo la erosión en su base por haber fallado masivamente en la respuesta a la pandemia”.
Apoyo republicano
La medida fue inicialmente aprobada por algunos conservadores que la consideraron una forma de proteger a los estadounidenses que se enfrentan a dificultades económicas por la pandemia.
El senador Tom Cotton, republicano de Arkansas, escribió que”22 millones de estadounidenses han perdido sus trabajos en el último mes debido al virus de China. Ayudémoslos a volver a trabajar antes de que importemos más extranjeros para que compitan por sus empleos”.
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En tono más partidista se expresó el representante Mo Brooks (R-Ala.) quien elogió a Trump por poner a los “ciudadanos americanos primero”.
El coronavirus ha infectado a más de 2,4 millones de personas en todo el mundo. Estados Unidos tiene, por mucho, los casos más confirmados, con más de 786.000, según datos de la Universidad Johns Hopkins, aunque los expertos han puesto en duda el total oficial de China, de poco más de 83.000 casos.