El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, afirmó que el número de muertos por coronavirus en China “es mucho más alto” que en el país norteamericano, después de que las autoridades chinas publicaran un nuevo conteo que aumentó considerablemente la cifra de decesos en Wuhan, donde comenzó la pandemia.
“China acaba de anunciar una duplicación en el número de sus muertes por el Enemigo Invisible. ¡Es mucho mayor que eso y mucho mayor que el de Estados Unidos, no está ni siquiera cerca!”, escribió en Twitter el mandatario.
China has just announced a doubling in the number of their deaths from the Invisible Enemy. It is far higher than that and far higher than the U.S., not even close!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) April 17, 2020
Horas antes la ciudad de Wuhan admitió fallos en el conteo de muertes por COVID-19 y aumentó el saldo en 50 %, justo cuando crecen las dudas sobre la transparencia china en el manejo de la mortal pandemia.
En específico, los funcionarios dijeron que añadieron 1.290 muertes al balance de la ciudad, que ha sufrido la gran mayoría de los fallecimientos por el nuevo coronavirus reconocidos oficialmente en China. La ciudad de Wuhan tiene ahora un saldo oficial de 3.869 víctimas mortales y cuenta con 50.333 casos positivos.
La nueva cifra llevó a 4.636 los decesos reportados en el país asiático, mientras que Estados Unidos registra más de 33 mil muertes por la pandemia.
La autoridad sanitaria de Wuhan explicó que el aumento obedece a varios factores, entre ellos el gran número de decesos que se han producido fuera de los hospitales y centros médicos, por lo que no se ha tenido constancia oficial hasta este momento.
El secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, pidió el pasado 15 de abril a China “transparencia total” y que “comparta información” para hacer frente a la pandemia de coronavirus.
El propio Trump anunció el martes 14 de abril su decisión de suspender la financiación a la OMS mientras lleva a cabo una “revisión del papel” que el organismo ha jugado en la pandemia, al tiempo que acusó al organismo de “encubrimiento” de la enfermedad.