En el año 2015, Will Smith protagonizó una polémica película donde se alcanzaba a exponer un tema que no es muy comentado dentro de la elite deportiva estadounidense.
Game Brain o Concussion, relataba la historia real del doctor Bennet Omalu, quien desafió al fútbol americano descubriendo el riesgo de los traumatismos cerebrales mientras realizaba una autopsia al cadáver del exjugador de la NFL Mike Webster. Después, luchó por difundir sus averiguaciones mientras estudiaba a cada vez más atletas aquejados de los síntomas producidos por la reiteración de traumatismos cerebrales.
No es solo Hollywood, la historia está basada en hechos reales, hechos que Tom Brady se ha atrevido a revelar. El quarterback reconoció haber sufrido conmociones cerebrales durante sus dos décadas con los New England Patriots, pero recalcó que eso no le impedirá perseguir su séptimo título de la NFL ahora con los Buccaneers.
Brady, de 42 años, dijo en el programa de radio The Howard Stern Show que ha padecido importantes lesiones en la cabeza, que no le llevaron a pensar en la retirada. «Podría sentarme aquí, dejar de jugar y preocuparme por lo que va a pasar, por esto o por lo otro, en lugar de decir: ´ ¿Por qué no vivo mi vida de la manera que quiero y la disfruto? ´», dijo el jugador.
La NFL ha aplicado reglas más estrictas en un intento de proteger a los jugadores de lesiones en la cabeza y Brady nunca ha sido oficialmente diagnosticado con una conmoción cerebral. Aseguró que en el fútbol americano se corren riesgos y que todo el mundo lo sabe.