Visiblemente emocionada y con la voz quebrada, la primera ministra de Gran Bretaña, Theresa May anunció este viernes que dejará el cargo dentro de dos semanas, reconociendo, tras meses de caos, su incapacidad para hacer aceptar el acuerdo de Brexit que negoció con Bruselas.
May pasará el próximo 7 de junio a la posición de primera ministra interina, a la espera de la elección de un nuevo líder del Partido Conservador, según lo anunció en las puertas de Downing Street. Esta dimisión retardada sirve para que la aún jefa de Gobierno pueda desempeñar su papel durante la visita de Estado de Donald Trump y la conmemoración del desembarco de Normandía.
“Desde que crucé por primera vez como primera ministra la puerta que está detrás de mí me he dedicado a hacer del Reino Unido un país que funcione no solo para los privilegiados, sino para todos, y para respetar el resultado del referéndum”, con el que se decidió la salida del país de la Unión Europea, dijo la “premier”.
“He hecho lo mejor que pude” para concretar el Brexit, dijo May, aunque no lo logró. “Lo intenté tres veces”, añadió.
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May hizo este anuncio un día después de que, tras el aplazamiento del Brexit inicialmente previsto para el pasado 29 de marzo, el Reino Unido se viese obligado a participar en las elecciones europeas casi tres años después del referéndum de junio de 2016 en el que el 52 % de los británicos votó a favor de abandonar el bloque.
“Creo que era correcto perseverar incluso cuando las posibilidades de fracasar parecían altas, pero ahora me parece claro que el interés del país es mejor que un nuevo primer ministro lidere ese esfuerzo”, agregó, proclamando su amor por el Reino Unido con la voz quebrada y al borde de las lágrimas. Por eso “dimitiré como líder del Partido Conservador el viernes 7 de junio”, dijo.
Su anuncio pone en marcha un proceso para encontrarle un reemplazo como líder de los conservadores y como primera ministra.
La renuncia de May era inevitable después de que su último intento de lograr la aprobación del Acuerdo de Retirada de la Unión Europea, que pactó con el Consejo Europeo en noviembre pasado, fuese bloqueado por el rechazo de la mayoría en su grupo parlamentario, la oposición y también de los laboristas.
“En 2016 dimos la voz al pueblo británico. Contra todos los pronósticos, el pueblo británico votó por marcharse de la Unión Europea. Me siento hoy tan convencida como hace tres años que, en una democracia, si das a la población el poder de elegir, debes implementar lo que decida. He intentado hacer eso de la menor manera”.
La dimisión de May ocurre por la rebelión de su Gabinete y del grupo parlamentario tras la publicación del proyecto de ley del Acuerdo que quería someter a votación precisamente el 7 de junio, la fecha en la que dejará oficialmente de ser primera ministra.
Los candidatos que encabezan las listas de favoritos son Boris Johnson, exalcalde de Londres y con una carrera que combina popularidad y oportunismo, Dominic Raab, que dimitió como ministro para el Brexit y Michael Gove, el ministro de Agricultura y Medio Ambiente. Jeremy Hunt, el de Exteriores, también se postula. Y más diputados o exministros.
La sustitución de May coincide con el ascenso del Partido del Brexit, liderado por Nigel Farage, que podría ganar con holgura las elecciones europeas que se celebraron el 23 de mayo y cuyo resultado se conocerá en la noche del domingo 26. La necesidad de que el nuevo líder conservador sea alguien con “pedigrí brexiter” y el ascenso del partido de Farage hacen posible una marcha sin acuerdo de la Unión Europea cuando expire el plazo del 31 de octubre.