A partir de 2024 los latinos en Texas, que superan en número a la población blanca no hispana en ese estado, enfrentarán una de la leyes antiinmigrante más severas del país.
El proyecto de ley SB4 firmada por el gobernador de Texas, Greg Abbott, se prestaría a la discriminación racial por parte de la policía, según expresan especialistas en la materia entrevistados por agencias de noticias internacionales.
La misma otorga poder a la Policía para arrestar a inmigrantes indocumentados y también a aquellos sospechosos de haber cruzado la frontera de manera irregular, basados en el color de la piel o el idioma que hablen.
“Texas tiene un alto porcentaje de población latina (40%), todos ellos serán el blanco de esta ley”, asegura Lydia Guzmán, directiva de la Liga de Ciudadanos Latinoamericanos Unidos (LULAC), la más antigua organización hispana de Estados Unidos.
“En Arizona (donde existe una legislación similar), mucha gente dejó el estado molesta por esta ley, se hizo un boicot económico, las escuelas perdieron muchos estudiantes y eso podría suceder también en Texas”, recordó la directora nacional de Inmigración de LULAC.
Por su parte, los defensores de migrantes consideran que esta nueva ley no solo afectará a los indocumentados, sino a todos, aunque sean residentes legales o incluso ciudadanos estadounidenses.
Ambas leyes, la de Arizona y la de Texas, se aprobaron bajo la bandera de la lucha contra de la inmigración indocumentada y como una manera de asegurar la frontera.
Las organizaciones en defensa de los inmigrantes han anticipado que ya se preparan para luchar en las cortes contra de la Ley SB4, y temen que la nueva batalla sea difícil.
La SB4 que entra en vigencia en febrero de 2024, castiga severamente a quienes sean descubiertos transportando inmigrantes indocumentados, al igual que aquellos que los alberguen en casas de seguridad.
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Esta nueva legislación busca también penas de entre seis meses a cinco años de cárcel a migrantes que sean indocumentados dependiendo de si tienen récord criminal.
Los activistas consideran que Texas pagará un precio muy alto por aprobar este tipo de legislaciones que legalizan el perfil racial y ponen en riesgo los derechos de los latinos.
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