No se llega a la cima en el negocio de la masificación de autos eléctricos y menos a estar a las puertas de vender ingentes cantidades de tickets para un paseo por el espacio extraterreno sino se tiene olfato, seguridad e información para mover las estrategias.
El aforismo que recrea “la cobardía del capital” es una escena “común” en las tablas bursátiles cuando los inversionistas y asesores no saben interpretar las medidas que los capitanes de empresa adoptan para poder atender “responsablemente” al mercado.
Tesla, la compañía estadounidense ubicada en Silicon Valley, California, y liderada por Elon Musk, anunció recientemente que cerrará todas sus tiendas y venderá exclusivamente a través de Internet para reducir costes, el mismo día en el que lanzó el Model 3 estándar con un precio base de 35 mil dólares tres años después de anunciarlo. El peso de la palabra empeñada da más valor a la reputación y menos precio a las acciones.
A los inversores no les ha gustado la batería de anuncios realizadas en las últimas horas: El viernes, los títulos de Tesla perdieron 25 dólares, un 8% de su valor, para cerrar la jornada bursátil a 294,79 dólares y se espera que más de un “chacal de la especulación” aguarde o provoque espasmos para derribar aún más el precio.
Más allá de los detalles es un hecho, que desde un dispositivo móvil cualquiera puede entrar en la página de Tesla, seleccionar su Model 3 standard y cargarlo a su tarjeta de crédito por un importe de 35 mil dólares tal como lo había ofrecido.
Principios fundamentales
Es un hecho que Tesla ha logrado amasar un capital extraordinario para llevar adelante su empresa. En este viaje muchos se han enriquecido y otros se han bañado con el prestigio que ofrece el estatus de ser un “salvador del planeta”.
Tesla se fundó para acelerar la transición hacia el transporte sostenible. Para combatir el calentamiento global y las muertes por la contaminación debida al transporte. Tesla en sus inicios redactó su «plan maestro» para influir en la industria desde su pequeñez y recursos limitados.
Sin embargo el capital, además de cobarde es traicionero y poca memoria tiene frente a temas altruistas, siempre y cuando el flujo de dinero no pare de llenar las arcas de los inversionistas de riesgo.
Y para completar el cuadro de pánico en el que están cayendo los inversionistas, el fundador de Tesla, Elon Musk, también dijo en una conferencia telefónica con medios de comunicación que no espera que la compañía tenga beneficios en el primer trimestre del año.
“Dado todo lo que está pasando en el primer trimestre, y estamos asumiendo muchos gastos puntuales, hay muchas dificultades para llevar vehículos a China y Europa, no esperamos ser rentables”.
Cómo ha sido la dinámica
Sin embargo ya es un hecho, Model 3 estándar está a la disposición y tiene un alcance de 354 kilómetros, una velocidad máxima de 209 kilómetros por hora y un aceleración de 0 a 96,5 kilómetros por hora en 5,6 segundos.
Hasta ahora, Tesla ha estado entregando a sus clientes las versiones más caras del Model 3 en vez de la versión original que el fundador de la empresa anunció hace años para atraer al consumidor medio estadounidense.
Hasta la semana pasada, el Model 3 más barato tenía un precio base de casi 43 mil dólares.
Tesla señaló en un comunicado que todos sus vehículos se venderán exclusivamente a través de Internet para reducir sus costes.
“Puedes comprar ahora un Tesla en Norteamérica a través de su móvil en un minuto y esa capacidad estará disponible en todo el mundo pronto”, señaló la compañía.
Tesla dijo que esta medida le permitirá reducir los precios de todos sus vehículos una media de un 6%, “lo que nos permite alcanzar el precio de 35 mil dólares para el Model 3 antes de lo esperado”.
Tesla, a diferencia de los fabricantes de automóviles tradicionales, nunca ha tenido una red convencional de concesionarios y ha basado sus ventas en tiendas, de las que la compañía es propietaria, en centros comerciales y otros establecimientos.
La compañía explicó que en los próximos meses cerrará paulatinamente sus tiendas aunque mantendrá abierto un pequeño número de establecimientos que tiene un gran tráfico de público y los convertirá en “galerías, escaparates y centros de información”.