La temporada de huracanes de 2024 en el Atlántico, que comenzó de forma oficial el 1 de junio, está previsto que sea una de las más intensas y acticas en décadas, pues se pronostica la formación de hasta 13 huracanes y la preocupación de que la cantidad de ciclones que toquen tierra pueda ser el doble de lo habitual.
El pronóstico de predicción es tan elevado que el administrador de la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA) de Estados Unidos, Rick Spinard, ha dicho que se trata de “la perspectiva de temporada de huracanes más alta que la NOAA haya emitido jamás”.
La NOAA indicó que existe un 85% de probabilidades de que la temporada ciclónica sea superior a lo normal, con entre 17 y 25 tormentas con nombre y de 8 a 13 huracanes, de los cuales entre 4 y 7 serían de categoría mayor.
Estos son números que están muy por encima del promedio por temporada que es de 14 tormentas con nombre y siete huracanes, tres de ellos de categoría mayor, y si esto se concreta podría convertir la temporada ciclónica en el Atlántico de este año en una de las peores en varias décadas.
Lluvias devastadoras
Ante tal pronóstico, las autoridades han solicitado a la población estar preparada ante los cada vez más poderosos y frecuentes ciclones que golpean con especial virulencia áreas vulnerables del Caribe y del Golfo de México.
Sin embargo en días pasados, el director del Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos, Michael Brennan, dijo en conferencia de prensa que no hace falta un huracán mayor para generar devastadores impactos y puso como ejemplo las inundaciones provocadas por las lluvias que cargan los ciclones, que en los últimos 10 años han sido “el peligro más mortal”.
“Han sido las responsables (las lluvias) de más de la mitad de las muertes y casi no tiene relación con la fuerza de un ciclón. No importa la categoría, o si es una tormenta o depresión tropical. Lo que importa es cuanto llueve y que tan fuerte son las lluvias en una determinada ubicación”, explicó Brennan.
Dijo además que otros peligros relacionados al agua, como la marejada ciclónica o las corrientes de resaca, son responsables de entre el 85% y 90% de las muertes que deja cada tormenta o huracán que impacta en Estados Unidos.
Ciclones destructivos
Recientes estudios revelan que los ciclones no solo son más poderosos y se intensifican más rápido, sino que además está “rápida intensificación se produce cada vez con mayor frecuencia cuanto más se acercan a tierra”, según ha explicado durante una teleconferencia reseñada por medios locales la científica jefe de la organización The Nature Conservancy, Katharine Hayhoe.
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La experta recalcó que actualmente los ciclones cargan mucho más vapor de agua que hace 50 o 100 años, y además su proceso de debilitamiento, incluso cuando ya están en tierra y lejos de su fuente de poder que son las aguas calientes del océano, es más lento y por ende impactan más.