El pasado jueves 15 de agosto comenzó en Florida la temporada de caza de caimanes y se extenderá hasta el viernes 1 de noviembre. La Comisión de Conservación de Vida Silvestre y Pesca de Florida (FWC, por sus siglas en inglés) es la encargada de supervisar este programa, informó Univisión.
Este año la FWC entregó 7 mil 679 permisos para cazar caimanes en esta temporada que es una de las más populares.
Los permisos tienen un costo de 272 dólares para los residentes y 1.022 dólares para los no residentes, y cubren la caza de caimanes que miden al menos 18 pulgadas de largo, desde la punta del hocico hasta la punta de la cola.
Cada permiso autoriza a su portador a cazar dos cocodrilos y hay lugares específicos y fechas para cada permiso. Las horas legales para la caza abarcan desde las 5:00 de la tarde hasta las 10:00 de la mañana.
Para obtener un permiso se debe ser un cazador con experiencia y saber cómo hacerlo. No sólo porque es una actividad peligrosa, sino porque además hay una manera determinada y es la permitida.
La comisión estima que actualmente en Florida existe una población de 1,3 millones cocodrilos. Con frecuencia son avistados en zonas residenciales, calles, piscinas, jardines e incluso en el interior de viviendas.
Según datos de la comisión de vida silvestre de la Florida, en 2017 fueron cazados 6 mil 261 caimanes, y en el año 2018 la cifra aumentó a 8 mil 402.
Cada cazador decide qué hacer con sus dos ejemplares de caimanes. Hay a quienes les gusta comer carne de lagarto, otros venden la piel de la barriga a quienes fabrican botas o carteras.
Los cocodrilos fueron incluidos en la lista de especies en peligro de extinción en el año 1967. Pero los esfuerzos para conservarla permitieron que su población aumentara, por lo que fueron sacados de la referida lista en 1987.
El programa para cazar cocodrilos es estatal y fue creado en 1988 con la idea que sea recreativo, controlar la población de caimanes y también con un fin comercial.