Este 10 de junio se desarrollará el primer eclipse solar del año. Se trata de un eclipse anular solar, un fenómeno que se produce cuando la Luna, que está lo más alejada posible de la Tierra, se interpone entre nuestro planeta y el Sol.
Al estar tan alejada no logra cubrir por completo la superficie del Sol y por ello a deja ver a su alrededor una suerte de anillo. De ahí que a este tipo de eclipse se lo conozca también como anillo de fuego o eclipse anular solar.
Llega un punto en el que los astros se alinean a la perfección, por lo que parece que en el cielo hay un anillo de fuego. Lo que realmente está pasando es que la Luna obstaculiza el paso normal de la luz solar a la Tierra. De esta forma, se inserta justo en el centro del Sol, y en el firmamento se manifiesta un eclipse total con un halo encendido. Esta situación se acentúa con la distancia entre los tres objetos celestes.
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Según la NASA, estos eclipses suelen ser los más largos, ya que el anillo puede vislumbrarse por más de diez minutos, aunque en general no duran más de cinco o seis. El eclipse será visible desde partes de Canadá, Groenlandia y Rusia. El norte de Norteamérica, Europa y Asia podrán ser testigos de un eclipse parcial. Específicamente en Washington, D.C., se oscurecerá un 80 % del lado izquierdo del Sol.
Su duración total será de cerca de 5 horas, pero el momento donde se verá con claridad el anillo de fuego será de 3 minutos y 51 segundos. El próximo eclipse solar, que será total, se producirá el 4 de diciembre, y será visible desde la Antártida.