La policía de Filadelfia reportó el robo de mascarillas y 5.000 tarjetas de vacunación de COVID-19 en una clínica del Pennsylvania Hospital ubicada en la cuadra 245 S 8th.
Las autoridades acudieron a una llamada al hospital, cerca de las calles Octava y Spruce, el pasado martes. Un director del hospital declaró que tenían cajas de tarjetas de vacunas en blanco en su clínica de vacunas COVID-19. En el momento de disponer del contenido de las cajas encontraron que faltaban unas 5.000 tarjetas. El hurto incluyó igualmente mascarillas N-95.
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De acuerdo a información suministrada por KYW Newsradio, el administrador avisó al jefe de seguridad, y éste denunció el robo a la policía.
With forged COVID-19 vaccination cards a hot item on the black market, Pa. police are investigating the theft of 5,000 blank CDC cards stolen from a clinic storage room. https://t.co/1OSootIcLP
— The Times-Tribune (@timestribune) February 4, 2022
Los investigadores manejan la hipótesis de que el hurto de las tarjetas de vacunación pudo haberse llevado a cabo de manera gradual. Incluso durante varios días o semanas. Señales de violación en la entrada tampoco fueron encontradas.
Tarjetas traficadas en mercado negro
Las tarjetas de vacunación son emitidas por el Departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos y podrían tener valor en la calle. Preocupa especialmente el hecho de la existencia de numerosos informes en todo el país sobre tarjetas robadas que se trafican en el mercado negro.
La semana pasada, dos enfermeras de Nueva York fueron acusadas de vender tarjetas de vacunas falsas, por un total de 1,5 millones de dólares.
El fiscal del condado de Suffolk, Raymond Tierney, dijo que las enfermeras repartieron tarjetas de vacunación falsas, cobrando 220 dólares por los adultos y 85 dólares por los niños. Las acusadas introdujeron la información falsa en la base de datos de inmunización del estado, explicó Tierney.
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Un portavoz de Penn Medicine dijo en un comunicado: “La seguridad y la protección son las principales prioridades en todas nuestras instalaciones. Cuando se descubrió este problema, lo denunciamos rápidamente a la policía de Filadelfia y estamos cooperando plenamente con la investigación en curso.”