La administración del presidente Joe Biden anunció que suspenderá los permisos de extracción de petróleo y gas en un refugio de vida silvestre en el Ártico de Alaska que se entregaron durante los últimos días de la administración Trump.
La acción revierte los esfuerzos del expresidente Donald Trump por expandir el desarrollo de combustibles fósiles en los Estados Unidos.
Durante su campaña, Biden se había comprometido a proteger este hábitat virgen de 19,6 millones de acres, un refugio para osos polares, caribúes y aves migratorias.
La asesora climática de la Casa Blanca, Gina McCarthy aseguró que Biden estaba «agradecido por la rápida acción del Departamento del Interior».
La revisión examinará las deficiencias legales en el análisis ambiental del arrendamiento de la administración anterior, determinará si los arrendamientos finalmente se mantendrán, se anularán o estarán sujetos a medidas de mitigación.
El programa de arrendamiento en el Refugio Nacional de Vida Silvestre del Ártico (ANWR) ya es objeto de demandas por parte de grupos ambientales e indígenas que alegan que la administración Trump violó la ley federal al realizar un análisis ambiental defectuoso que no consideró adecuadamente su impacto en la vida silvestre y los nativos.
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La Autoridad de Exportación y Desarrollo Industrial de Alaska, que posee siete de los arrendamientos, dijo que estaba decepcionada por la decisión y que no tenía ninguna razón para creer que el análisis ambiental fuera inadecuado.
Esta decisión es el último de los esfuerzos de Biden por restringir las actividades de petróleo y gas en tierras públicas, parte de una agenda más amplia para descarbonizar la economía de Estados Unidos y combatir el cambio climático.
En enero, y gracias a los permisos de Trump, se vendieron 11 contratos en un terreno de unas 200.000 hectáreas. Ya desde 2018, Trump anunció que estudiaba abrir a perforaciones petrolíferas la llamada Reserva Nacional de Vida Silvestre. El Gobierno de Barack Obama había decretado que la mitad de ese territorio estuviera completamente fuera del alcance de las empresas energéticas.