Como ya es costumbre todos los años por estas fechas, la reserva del pantano Corkscrew, ubicada en el suroeste de Florida, recibe una oleada de visitantes atraídos por la floración de la orquídea fantasma, considerada la más grande del mundo.
Los amantes de las orquídeas, muchos procedentes de otros países, acuden a la reserva de la Sociedad Audubon, cerca de la ciudad de Naples, para contemplar esta rara orquídea denominada “fantasma” porque parece flotar en el aire junto al ciprés calvo al que está unida por unos zarcillos que son invisibles desde la distancia.
Las orquídeas fantasma (Dendrophylax lindenii) dependen de ambientes de humedales extremadamente sensibles y solo se sabe que existen en el sur de Florida y en Cuba.
“Esta increíble planta, que se basa en el microclima único que se encuentra solo en pantanos como Corkscrew, ha sido un regalo para la comunidad científica”, dice Keith Laakkonen, director de la reserva.
La orquídea fantasma “súper”, la más grande de las que crecen en la reserva, fue descubierta en julio de 2007 y cada verano se convierte en el centro de atención, aunque en ocasiones ha florecido en otras épocas del año.
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Esta especie de la flora está seriamente amenazada por el cambio climático, el desarrollo urbano, la “caza” furtiva y los fenómenos meteorológicos como el huracán Ian del año pasado que afectó al gran humedal de los Everglades, uno de los lugares donde la orquídea fantasma crece naturalmente.
Las orquídeas fantasma son plantas que se adhieren a los troncos o ramas de algunas especies de árboles y reciben toda su comida y agua a través de la atmósfera o de la superficie del árbol sin causarle daño.
No poseen hojas y durante casi todo el año estas plantas apenas son visibles y una vez que las caen las flores solo quedan sus raíces.