El frenado automático de emergencia llegará en un futuro no muy lejano. Tendrá que estar incorporado de fábrica en todos los nuevos vehículos en Estados Unidos, al convertirse en un requerimiento que el Gobierno aseguró que salvará cientos de vidas y evitará miles de lesiones cada año.
El secretario de Transporte, Pete Buttigieg, señaló que el país atraviesa una crisis de muertes registradas en las vías, por lo que “necesitamos hacer algo al respeto”.
Buttigieg precisó que las medidas salvarán unas 362 vidas al año y se evitarían unas 24.000 lesiones, al tiempo que se ahorrarían miles de millones de dólares en daños a propiedad.
La National Highway Traffic Safety Administration (NHTSA) presentó su versión final de las más recientes regulaciones, las cuales calificó como las normas de seguridad vial más importantes de las últimas dos décadas.
Las medidas presentadas por la NHTSA tienen como objetivo evitar muchos choques por alcance y con peatones, así como reducir las casi 40.000 muertes por incidentes viales que se registran cada año.
Este sería el primer intento del gobierno federal por regular las funciones automatizadas de conducción, y es posible que ayude a acotar algunos de los problemas que han surgido con la conducción asistida y los sistemas de conducción plenamente automatizados.

A pesar de que alrededor del 90% de los vehículos nuevos cuentan con el sistema de frenado automático como parte de un acuerdo voluntario con las compañías automotrices, actualmente no existe ningún requerimiento de desempeño, por lo que algunos de los sistemas podrían no ser tan eficaces.
Estándares para que el frenado automáticamente
Las nuevas medidas establecen estándares para que los vehículos se detengan automáticamente y se eviten choques con otros vehículos o peatones, incluso no solo de día, sino también por la noche.
Tal y como indicó la NHTSA, las reglas, que requerirán de ingeniería adicional para reforzar el software y posiblemente añadir hardware como radares, no entrarán en vigor sino en cinco años. Esto les dará tiempo a las automotrices para mejorar sus sistemas durante el ciclo normal de actualización de modelos.
Las medidas también provocarán un aumento en los precios, los cuales la NHTSA calcula en 354 millones de dólares anuales en dólares de 2020, o el equivalente a 82 dólares por vehículo.
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La nueva norma exige que todos los vehículos de pasajeros que pesen 4.500 kilogramos, el equivalente a 10.000 libras, o menos dispongan de alerta de colisión frontal, frenado automático de emergencia y frenado por detección de peatones.
Las normas, que fueron aplaudidas por los críticos, exigen que los vehículos se detengan y eviten golpear al vehículo que les precede a velocidades de hasta 100 km/h, 62 mph. También deben aplicar los frenos automáticamente a una velocidad de hasta 145 km/h, 90 mph, si la colisión con el vehículo que circula adelante es inminente.
Los sistemas también tienen que detectar peatones de día y de noche, y deben parar y evitar a un peatón a una velocidad de entre 50 km/h y 64 km/h, 31 mph y 40 mph, en función de la ubicación y el movimiento del peatón.