La frontera sur de los Estados Unidos se ha transformado en “un canal para “delincuentes, drogas y tráfico de personas”, una situación que se esta tornando en una “catástrofe humanitaria”, de acuerdo a la Secretaria de Seguridad Nacional de EE.UU.
La señora Kirstjen Nielsen, frente al Comité de Seguridad Nacional de la Cámara Baja, consideró que la “crisis humanitaria” en la frontera entre Estados Unidos y México “está empeorando”, motivo por el que consideró necesaria la construcción de un muro a lo largo del límite.
Durante la audiencia la alta funcionario sostuvo que llama a la preocupación “el informe recientemente presentado por la Patrulla Fronteriza estadounidense (CBP, en inglés), en el que se anunció que el número de cruces irregulares en la frontera se duplicó en febrero respecto al mismo mes de 2018 y registró un récord en los últimos doce años.
En total, 76 mil 103 migrantes fueron detenidos en el límite sur del país, en comparación con los 36 mil 751 del mismo mes del año pasado, de acuerdo a la CBP.
“Esto es un aumento del 80% con respecto al mismo período del año pasado. Y puedo adelantar que la CBP pronostica que el problema empeorará esta primavera a medida que el clima mejora”, señaló Nielsen.
Respecto a enero, mes en el que se arrestó a 58 mil 207 migrantes, la cifra aumentó un 31%.
Así, Nielsen calificó el estado actual de la seguridad fronteriza del país como una “catástrofe humanitaria” y describió la frontera como un canal para “delincuentes, drogas y tráfico de personas”.
Al ser preguntada sobre la declaración de emergencia nacional, la secretaria defendió que la inmigración ilegal “simplemente está fuera de control y amenaza la seguridad pública y la seguridad nacional”.
“Queremos fortalecer la inmigración legal y dar la bienvenida a más personas a través de un sistema basado en méritos que mejore nuestra vitalidad económica y la vitalidad de nuestra diversa nación”, argumentó.
La declaración de emergencia nacional permite a los presidentes acceder temporalmente a una potestad especial para hacer frente a una crisis, y Trump la firmó el 15 de febrero al asegurar que hay una “invasión” de drogas y criminales en la frontera con México que justifica medidas extraordinarias.
Con ese decreto, Trump pretende reunir 6 mil 600 millones de dólares desviados de distintas partidas ya aprobadas por el Congreso, que se sumarían a otros 1 mil 375 otorgados por el poder legislativo para construir la barrera fronteriza.
La Cámara Baja aprobó una resolución en contra de la declaración y se espera que el Senado haga lo propio en los próximos días.
Sin embargo, Trump tiene el poder de vetarla y devolverla al Congreso, que entonces necesitaría el respaldo de dos tercios de ambas cámaras para hacerla efectiva, algo menos probable de que ocurra.