Robert Sarver, propietario de los Phoenix Suns, fue suspendido por un año y multado con 10 millones de dólares por la NBA, por comportamiento abusivo en el entorno laboral y maltrato a sus empleados durante su mandato en el citado equipo que duró casi dos décadas.
De acuerdo con la liga, Sarver “participó en una conducta que claramente violó los estándares comunes del lugar de trabajo, como se refleja en las reglas y políticas del equipo y de la liga. Esta conducta incluyó el uso de lenguaje racialmente insensible; trato desigual de las empleadas; declaraciones y conductas relacionadas con el sexo; y trato severo de las empleadas que en ocasiones constituía intimidación”.
La decisión que para muchos resulta insuficiente amenaza los cimientos de la NBA donde cada día distintas voces se suman para exigir un castigo más severo. “Si bien no estoy de acuerdo con algunos de los detalles del informe de la NBA, me gustaría disculparme por mis palabras y acciones que ofendieron a nuestros empleados. Asumo toda la responsabilidad por lo que he hecho. Lamento haber causado este dolor y estos errores de juicio no son concordantes con mi filosofía personal y mis valores”, señaló el empresario.
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La investigación a Sarver que duró unos 10 meses, surgió después que la cadena ESPN, a finales del 2021, publicara un artículo citando a más de 70 empleados de los Suns que alegaron que el empresario usó repetidamente este lenguaje racialmente violento y tuvo comportamientos misóginos e inapropiados.
Draymond Green, una de las estrellas de los Golden State Warriors, fue otro de los jugadores que solicitó la expulsión del accionista mayoritario de los Suns. “Me deja patidifuso que vayamos a jugar en ese pabellón el próximo curso. También los Suns tendrán que entrar ahí con él sentado en la banda y hacer como si nada. Necesito que alguien me explique por qué estaba bien librarse de Donald Sterling pero no es posible hacer lo mismo con Robert Sarver”, dijo el ala-pívot de los actuales campeones de la NBA.
También la estrella de Los Ángeles Lakers, LeBron James, alzó su voz tras conocer la blanda sanción contra el empresario. “Leí las historias de Sarver varias veces. Debo ser honesto. Nuestra liga definitivamente se equivocó en esto. No necesito explicar por qué. Lee las historias y decide por ti mismo. Lo dije antes y lo diré de nuevo, no hay lugar en esta liga para ese tipo de comportamiento. No hay lugar para la misoginia, el sexismo y el racismo en ningún lugar de trabajo. No importa si eres el dueño del equipo o juegas para el equipo”, comentó.
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La última persona que arrinconó a Sarver fue Jahm Najafi, el vicepresidente y segundo mayor inversionista de los Suns. “En buena voluntad no puedo quedarme sentado y dejar que nuestros niños y las siguientes generaciones de aficionados crean que estos comportamientos se pueden permitir si eres rico y perteneces a la clase privilegiada”, manifestó.
En la NBA muchas personas se quejan porque la sanción contra el dueño de los Suns es demasiado benevolente. La controversia dentro de la NBA permanece abierta.
Robert Sarver anunció a finales de septiembre pasado que ya comenzó el proceso para vender las franquicias de los Phoenix Suns en la NBA y Phoenix Mercury de la WNBA. “Estoy comenzando el proceso de buscar compradores para los Suns y Mercury”, dijo Sarver en un comunicado.