El Salón del Automóvil de Fráncfort muestra a propios y extraños el compromiso que la industria tiene con la regulación de las emisiones de gas y su tendencia a descartarla de sus productos colocando al frente de la muestra a “los eléctricos”.
Desde hace 24 horas atrás hasta el 22 de septiembre Alemania es el epicentro de fuerzas encontradas, un sector que da pasos agigantados dirigidos a hacer accesibles a todos los segmentos del mercado automóviles propulsados con energía limpia, junto a unos incrédulos ambientalistas que consideran a la industria del automóvil es un sistema anticuado de transporte que destruye el clima y al planeta.
Los directivos de la muestra alemana han inscrito un numeroso grupo de prototipos y productos de consumo masivo que portan tecnología de punta para una movilidad presente y futura amigable con el medio ambiente.

En este tipo de eventos es habitual que el anfitrión muestre mayor volumen muscular que el que disponen los huéspedes para la ocasión, sin embargo en el Internationale Automobil-Ausstellung, por volumen de firmas China tiene preponderancia y en los 168 mil metros cuadrados que ocupa el Salón están distribuidos cerca de 800 expositores de 30 países. China ocupa el primer lugar con 79 empresas frente a las 73 de la última edición.
Otro dato curioso lo conforma la participación protagónica de las áreas de desarrollo de la industria, conformada por empresas que crecen aguas abajo del sector. Su rol protagónico será vital y los espectadores de Fráncfort tendrán acceso a conferencias sobre automatización, conectividad, movilidad limpia y sostenible, inteligencia artificial, infoentretenimiento, ciudades inteligentes y economía colaborativa, que impartirán 200 directivos de primer orden.
El dueño de casa y los ausentes
Desde el primer día el plató principal estuvo para mostrar el trabajo del Grupo Volkswagen, que tiene varias fechas para presentar sus novedades y sorprender con millonarios anuncios de inversión.
Los especialistas han precisado que VW en esta cita previsiblemente estará más centrada en el cambio de imagen que estrena como marca.

Las casas alemanas en su patio suelen hacer alarde, sin embargo la industria se encuentra en un momento en que la mayoría de los fabricantes se empieza a plantear seriamente si es necesaria la continuidad de los salones por su alto coste.
De allí que la lista de insistentes a la cita de Fráncfort es enorme: No estarán las japonesas Toyota, Lexus, Mitsubishi, Nissan o Mazda; ni la surcoreana Kia o el grupo italo-americano FCA (Fiat Chrysler Automobiles), entre otros.
Las novedades presentes
Desde luego no todo será tan acartonado. El salón tiene dispuestas varias zonas en la que los cientos de miles de visitantes podrán probar las novedades de 13 marcas, entre ellas la estadounidense Tesla, así como acceder a exposiciones sobre toda la cadena de valor de la movilidad, como palpar la la magia de los coches clásicos.
Entre los vehículos que se podrán ver destacan el Audi AI:Trail, un nuevo concept car de lo que es un 4×4 eléctrico; el BMW Vision M Next, un híbrido enchufable que anticipa los futuros M electrificados; el primer eléctrico de la marca española Cupra (propiedad de Seat), el Tavascan; el primer Lamborghini electrificado (el Sian con 819 CV) y el Taycan, el Porsche eléctrico con el que la marca alemana inicia una nueva era.