Las casi 10 mil almas de Downingtown en Pensilvania no hacen más que hablar del mismo tema, no saben si los demonios de la pasión capturaron a quien hasta hace nada era su párroco o si siempre vivió una doble vida.
El rector del rebaño de esa localidad del condado de Chester ha sido procesado judicialmente por haberse hecho de los recaudos de las limosnas, para darse una vida mundana y licenciosa; junto a placeres de la carne.
Los medios de comunicación ya narran la historia del presbítero Joseph McLoone, quien se habría robado 90 mil 405 dólares de los dineros de la colecta incorporado al fondo para los necesitados, presupuesto que dirigió a una casa en la playa y para pagar “francachelas”, cenas y viajes con caballeros gay que conocía a través de Grindr.
No se sabe desde cuando el sacerdote era un abonado de esa red social, pero sin nungún descargo se puede decir que Grindr es una aplicación geosocial destinada principalmente a un público gay que permite a sus usuarios localizar y comunicarse con hombres homosexuales y bisexuales. Se considera la mayor red social LGBT+ orientada a un público masculino, y en 2012 tenía más de cuatro millones de usuarios en 192 países.
Puedes leer: Pastores cristianos ayudan a necesitados en la ciudad de Filadelfia
A muchos hoy día se le hace difícil reconocer en el padre de 56 años, la Iglesia Católica de José en Downingtown, Pensilvania, EE.UU., al hombre que acusado el miércoles por la Oficina del Fiscal de Distrito del Condado de Chester y capturado bajo los cargos de robo y crímenes relacionados.
La noticia llegó al The Huffington Post, un periódico en línea y blog divulgador de noticias, fundado por Arianna Huffington, Kenneth Lerer y Jonah Peretti. En el portal se informó que según el oficial encargado, Charles Gaza, el padre McLoone “se aprovechó de la confianza de los miembros de la iglesia en favor de sus propios intereses”.
Charles Gaza, jefe de personal de la oficina, acusó al sacerdote de 56 años de aprovechar la confianza de sus feligreses.
“El Padre McLoone ocupó un puesto de liderazgo y sus feligreses confiaron en él para que manejara adecuadamente sus generosas donaciones a la iglesia”, dijo Gaza en una declaración. “El Padre McLoone violó la confianza de los miembros de St. Joseph para su propio beneficio personal.”
Sobre esta historia no hay muchas precisiones y suelen tratarse así los casos en los que están involucrados miembros de la iglesia, quienes se ven amparados por un manto de discresión, aunque como en este ejemplo la justicia siempre los alcanza.
Según informaron las autoridades, todo habría empezado en 2011 cuando en el Día de Todos los Santos, McLoone abrió una cuenta secreta y recogió los fondos de la celebración para uso personal.
Puedes leer: Drama de Tioga podría servir para incorporar a North Filadelfia a toda la ciudad
“El acusado creó la cuenta de actividades con el propósito de evitar la divulgación de los fondos a la diócesis y asegurar que nadie en la parroquia pudiera ver en qué se estaban gastando estos fondos”, declararon los fiscales.
Durante los siguientes seis años habría estado pasando dinero de la cuenta de la iglesia a su cuenta personal. El hombre robó 98.405 dólares.
Una parroquia desafortunada
Durante los próximos seis años, los fiscales dicen que McLoone canalizó el dinero de la iglesia a esta cuenta privada. Supuestamente robó todas las donaciones recolectadas anualmente en el Día de Todos los Santos, y también tomó dinero de otras colectas especiales durante todo el año. Los fiscales alegan que también duplicó las tarifas parroquiales estándar para bodas, funerales y misas especiales, embolsándose la diferencia.
El sacerdote usó el dinero para pagar una casa en la playa en Ocean City, Nueva Jersey, así como para viajar, comer y “gastar en hombres adultos con quienes mantuvo relaciones sexuales”.
Supuestamente hizo miles de dólares en pagos directamente a los hombres que conoció en la aplicación de citas Grindr a través de servicios de transferencia de dinero en línea, según una denuncia policial obtenida por PhillyMag.
El sacerdote finalmente robó $98,405 de la Parroquia de San José, alegan los fiscales.
A principios de 2018, la Arquidiócesis de Filadelfia se enteró de que McLoone había creado una cuenta bancaria a nombre de su parroquia que no aparecía en los registros oficiales de la iglesia. En un comunicado de prensa sobre el asunto, la arquidiócesis dijo que sus funcionarios se enfrentaron a McLoone, quien reconoció que algunos de los gastos de la cuenta eran para gastos personales de naturaleza “inapropiada”. Esos gastos estaban relacionados con “relaciones con adultos” que violaban las normas de la arquidiócesis para ministros, dijo la arquidiócesis.
McLoone ha estado de licencia administrativa desde la primavera de 2018. Fue arrestado el miércoles y, según se informa, ha pagado la fianza.
Antes del nombramiento de McLoone, la Iglesia Católica de San José estaba dirigida por Monseñor William J. Lynn, quien en 2012 se convirtió en el primer funcionario católico estadounidense condenado por encubrir el abuso sexual infantil.