El Departamento de Transporte de Florida (FDOT) ordenó a la ciudad de Miami Beach eliminar el paso peatonal con los colores del arcoíris ubicado en Ocean Drive antes del 4 de septiembre. La directriz, que forma parte de un memorando estatal aprobado en junio, prohíbe expresamente el uso de arte en pasos de peatones o aceras que pueda asociarse con “ideologías políticas”.
La medida ha provocado un fuerte debate en el sur de Florida, donde varias ciudades han utilizado este tipo de intervenciones urbanas como expresión cultural y símbolo de apoyo a la comunidad LGBTQ. En el caso de Miami Beach, el paso peatonal multicolor se convirtió en un referente local de inclusión y un atractivo turístico, además de un gesto de respaldo a la diversidad.
La decisión del FDOT no cayó bien en parte de la dirigencia local. Los comisionados de Miami Beach, Alex Fernández y Joe Magazine, anunciaron que presentarán una apelación al considerar que el paso peatonal es mucho más que un diseño; dijeron que representa seguridad y un mensaje de aceptación.
La alcaldesa de Miami-Dade, Daniella Levine Cava, también criticó la medida y prometió seguir respaldando a la comunidad LGBTQ. “Nuestro condado seguirá siendo inclusivo y seguro, independientemente de estas decisiones estatales”, afirmó.
Por el contrario, el gobernador Ron DeSantis defendió la postura del FDOT, asegurando que las carreteras estatales no deben ser utilizadas para transmitir mensajes políticos.
El memorando estatal establece que, en caso de incumplimiento, el FDOT podrá proceder con la remoción directa de los diseños y retener los fondos destinados a la ciudad. Para Miami Beach, esto implica un dilema adicional ya que si decide mantener el paso peatonal podría enfrentarse a un recorte en sus recursos financieros.
El propio municipio ha advertido que el costo de reemplazar o eliminar los pasos peatonales con los colores del arcoíris representaría un gasto significativo que tendría que asumir con su presupuesto.
Precedentes en otras ciudades
La situación en Miami Beach no es aislada. En Orlando, un caso similar generó indignación cuando autoridades estatales repintaron durante la noche el paso peatonal frente al club Pulse, instalado en memoria de las 49 víctimas del ataque de 2016.
En otras localidades, la orden ya ha tenido efectos visibles. Boynton Beach cubrió un mural callejero en julio, Gainesville eliminó pasos peatonales decorados, y West Palm Beach aceptó retirarlos con la intención de reubicar los diseños en parques. Sarasota, por su parte, confirmó que eliminará varias instalaciones, incluido su “PrideWalk”.
Pese a ello, ciudades como Delray Beach y Key West han manifestado su intención de mantener los pasos peatonales multicolor, aun frente a la presión estatal.
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El caso ha puesto sobre la mesa la tensión entre la identidad cultural y comunitaria de las ciudades y la normativa estatal. Mientras defensores de la medida insisten en mantener la neutralidad en las carreteras, líderes locales y organizaciones LGBTQ argumentan que la eliminación de estos símbolos significa un retroceso en la inclusión.
Por ahora, el futuro del paso peatonal de Ocean Drive se definirá en las próximas semanas, cuando Miami Beach deba decidir si desafía la orden del FDOT o acata la directriz para evitar sanciones económicas.