El Partido Republicano no podrá escapar de su responsabilidad al mantenerse callado y al margen de las acciones de Trump. Fueron los líderes conservadores quienes lo invitaron a ser presidente y pusieron al hombre por encima de la organización. En estos momentos de perturbación los líderes republicanos se quedan callados y no contradicen a Donald Trump.
En un trabajo realizado para la AFP por Charlotte Plantive y Chris Lefkow consultaron a politólogos estadounidenses sobre la realidad actual. Todos coincidieron que “la cruzada de Trump” es un desafío sin precedentes para la democracia de EEUU.
Entre los comentaristas está el politólogo del Rhodes College, Michael Nelson. Él asegura que los republicanos “tienen miedo de enfurecer a sus votantes”. Además les reprocha: “¡Nadie se levantará para contradecirlo!”
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Al guardar silencio o adherir a las teorías del presidente, los republicanos del Congreso refuerzan aún más las dudas de los votantes conservadores.
Los republicanos nocontradicen
David Farber, profesor de historia de la Universidad de Kansas, explica el porqué los republicanos no contradicen a Trump. “Estamos en una era en la que la legitimidad de nuestras instituciones está siendo desafiada como nunca antes, excepto quizás durante la Guerra Civil” (1861-65), explicó.
Alegando “fraude masivo” pero sin aportar pruebas, Trump y sus aliados han presentado unas 50 denuncias en todo el país. Ellos han presionado de diferentes formas a las autoridades. La nación ya no luce como el altar de las virtudes democráticas y ha dejado de ser ejemplo para el mundo.
Los jueces -incluidos los de la Corte Suprema- y los funcionarios locales, incluso los republicanos, no han cedido, y los miembros del Colegio Electoral se reunirán el lunes en cada estado para registrar sus votos. “Los estadounidenses pueden estar orgullosos de eso”, estima Farber.
Sin embargo, el discurso presidencial convenció a un sector de la población. Un tercio de los estadounidenses piensa que Biden debe su victoria a un fraude. La cifra que se eleva al 77% entre los votantes de Trump. Los datos provienen de una encuesta de la Universidad de Monmouth.
“Este tipo de veneno puede realmente filtrarse en una democracia. Asimismo es palanca para deslegitimar la forma tradicional en que se desarrolla la política en este país”. El historiador Farber advierte sobre un “peligro” para la democracia.
El abono del miedo
Las acusaciones del Presidente florecieron en contexto favorable, señala Wendy Schiller, profesora de ciencias políticas de la Universidad de Brown. Los republicanos no contradicen a Trump ahogados por miedo a los votantes y acorralados por el uso de la posverdad.
Debido a la pandemia, la gente ya no tiene pláticas en lugares de culto, el trabajo o fiestas. Consumen aún más contenido de los medios de comunicación. Sin embargo eligen aquellos que apoyan sus puntos de vista. Entre muchos, los pequeños canales pro-Trump Newsmax y OAN.
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“No hay lugar para el contrapunto”, explica Schiller.
“Realmente, hoy puedes elegir tu realidad escogiendo qué canales ver y qué sitios visitar. No es muy bueno para la democracia, porque solidifica las opiniones”, asegura Thomas Holbrook, profesor de política pública de la Universidad de Wisconsin.