En el año 2019 se notificaron 2,5 millones de casos de meningitis en todo el mundo, estos provocaron aproximadamente 240 mil muertes. La carga de la enfermedad sigue siendo particularmente alta en los países de ingresos bajos y medianos, especialmente en una región del África Subsahariana conocida como el “cinturón de la meningitis”.
Sin embargo, las nuevas directrices de la Organización Mundial de la Salud (OMS), buscan evitar millones de muertes a causa de esta enfermedad, tienen el propósito de prevenirla “mediante vacunas, acelerar la detección, garantizar un tratamiento oportuno, y mejorar la atención a largo plazo de las personas afectadas”, destacó la agencia de la Organización de las Naciones Unidas.
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“La aplicación de estas nuevas directrices ayudará a salvar vidas, a mejorar la atención a largo plazo de las personas afectadas por la meningitis y a reforzar los sistemas de salud”, dijo el doctor Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS.
La meningitis bacteriana mata a una de cada seis personas en 24 horas, 20% de las personas que la contraen presentan complicaciones a largo plazo como discapacidades que afectan su calidad de vida.
La meta de la OMS con estas directrices son eliminar las epidemias, reducir el número de casos de esa enfermedad en un 50 %, mediante vacunación, y las muertes en un 70%, a su vez, buscan reducir las secuelas y mejorar la calidad de vida de las personas que sufrieron por la enfermedad.