El G7 se comprometerá a reducir la producción de plástico para frenar la contaminación mundial causada por este material, según un borrador del comunicado final de los ministros de Medio Ambiente reunidos en Italia, indicó una fuente francesa.
“El G7 reconoce por primera vez que el nivel de contaminación del plástico es insoportable y que su aumento es alarmante”, indicó la delegación francesa en una nota al margen de este encuentro de dos días en Turín, en el noroeste de Italia, entre los ministros de las siete principales potencias occidentales.
Ante estos hechos, “el G7 se compromete a reducir la producción mundial de polímeros primarios para poner fin a la contaminación plástica en 2040”.
El grupo, que incluye Italia, Canadá, Francia, Alemania, Japón, Reino Unido y Estados Unidos, establecerá “una serie de medidas concretas que permitan alcanzar” este objetivo, según el mismo documento.
El comunicado final del G7 será publicado al término del encuentro.
“La contaminación de plásticos es un reto importante que atraviesa las tres grandes crisis planetarias: el cambio climático, la pérdida de la biodiversidad y la contaminación”, estimó el ministro francés de Medio Ambiente, Christophe Béchu.
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Este G7 coincide con las negociaciones de delegados de 175 países en Canadá para concretar el primer tratado de Naciones Unidas que aborde el problema del plástico, un material que se ha encontrado en cimas de montañas, en las profundidades del océano, en la sangre humana y hasta en la leche materna.
Amenaza a la salud
Determinar si como consumidores de pescado y mariscos estamos afectados por los microplásticos, es complicado, pero no hay duda que el material está en todos lados: aire, agua del grifo o embotellada, comida, ropa. El plástico existe en muchas formas y contiene muchos aditivos perjudiciales.
En un artículo, NatGeo exhibió las posibles consecuencias en la salud. «Algunas de estas sustancias se consideran disruptores endocrinos, es decir, compuestos que interfieren en el sistema hormonal. Los ignifugantes pueden interferir en el desarrollo cerebral de fetos y niños; otros compuestos que se adhieren a los plásticos pueden causar cáncer o malformaciones congénitas. Un principio básico de la toxicología es que la toxicidad depende de la dosis, pero muchas de estas sustancias parecen perjudicar a los animales de laboratorio a niveles que algunos países consideran seguros para los humanos».
De acuerdo a un estudio de la Universidad de Toronto, podríamos estar ingiriendo 11 mil piezas de microplásticos al año a través de alimentos proteicos. Los investigadores buscaron partículas de 0,045 -5 mm de diámetro en carnes rojas, mariscos, pollo y proteína vegetal, los hallaron en 88% de la muestra. Otras investigaciones los hallaron en azúcar, arroz, frutas, leche, vegetales y sal. Sin embargo, aun no sabemos a ciencia cierta cuáles son las consecuencias a largo plazo.
Con información de: AFP