Autoridades estadounidenses desarticulan en Florida una red delictiva que durante ocho años preparó peticiones de asilo fraudulentas a sus clientes y estafaron cuatro millones de dólares a organismos federales de Estados Unidos.
La organización delictiva era liderada por una mujer de origen peruano que ofrecía realizar trámites de solicitud de asilo a inmigrantes, centroamericanos en su mayoría. La acusada se declaró culpable de los delitos que se le imputaron según informó la Fiscalía del Distrito Sur de Florida.
La líder de la red delictiva que estafó cuatro millones de dólares al Servicio de Ciudadanía e Inmigración (USCIS) de Estados Unidos y al sistema de impuestos, fue identificada como Laura Luz María Torres Romero, quien se declaró culpable de los delitos de conspiración para cometer fraude de inmigración, correo, robo y lavado de dinero del Gobierno estadounidense así como de realizar falsas declaraciones al programa de asistencia alimentaria de Estados Unidos.
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Torres Romero, quien recibirá sentencia en marzo de 2021, afronta una condena de hasta 15 años de cárcel.
De acuerdo con la documentación que reposa en el tribunal correspondiente, entre los años 2012 y 2020 Torres Romero en complicidad con otras personas operó un negocio de multiservicios a inmigrantes y público general en las ciudades de West Palm Beach y Lake Worth en Florida.
“Muchos de los clientes, principalmente hondureños y guatemaltecos, que solicitaban la asistencia de Torres Romero habían entrado ilegalmente en Estados Unidos hacía muchos años y no eran elegibles para el beneficio de asilo“, indicó en un comunicado la Fiscalía.
La acusada se presentaba a los inmigrantes como una profesional con experiencia y conocimiento en la preparación de la documentación necesaria para la obtención del estatus legal de inmigración.
Sin ningún tipo de aval o testimonio de sus clientes, Torres Romero preparaba fraudulentas aplicaciones de asilo y narraba falsas situaciones de persecución en los países de origen en los procesos de documentación de los solicitantes de refugio.
Por sus servicios Torres Romero recibía entre 2.500 y 4.000 dólares de cada cliente, y éste debía abonarle otra cantidad de dinero al recibir su permiso de trabajo.
En el tiempo que maniobró esta red de fraude a inmigrantes la mujer obtuvo aproximadamente dos millones de dólares en efectivo como resultado del pago que le hicieron cientos de clientes, y además presentó casi mil aplicaciones falsas de asilo y empleo.
También preparó y presentó declaraciones de impuestos fraudulentas en nombre de sus clientes y aplicó para los beneficios del Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria (SNAP), beneficios que recibió entre 2008 y 2020.