El aeropuerto de Stuttgart es normalmente uno de los más concurridos del sur de Alemania. Últimamente, el edificio en forma de hangar no está lleno de pasajeros que luchaban por registrar las pesadas maletas en los vuelos, o se apresuraban a pasar la seguridad. Pero este fin de semana había dos sillas en medio de todo.
Alemania entró en estado de emergencia y bloqueo en marzo, esta opción se traduce como la primera experiencia musical en vivo desde hace meses.
Se trata de una actuación individual de 10 minutos donde siquiera hay aplausos al final, ¿nueva normalidad?
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El domingo, hubo 12 conciertos uno a uno en el aeropuerto, y la mayoría de los miembros de la audiencia ganaron su lugar en un concurso de Facebook. Eventos similares han tenido lugar en Stuttgart a lo largo de mayo, en sitios desde jardines hasta museos, organizados por tres orquestas locales y Stephanie Winker, una flautista. Los asistentes al concierto pueden reservar en línea para participar.
Winker se inspiró en Marina Abramovic, la artista de performance, cuyo trabajo de 2010 «The Artist Is Present», en el Museo de Arte Moderno de Nueva York, involucraba al artista mirando a los ojos de cualquiera que se sentara frente a ella.
En los Estados Unidos, los más de 5.000 aeropuertos comerciales del país no han visto más de 200.000 pasajeros combinados desde el 26 de marzo, según la Administración de Seguridad del Transporte, pero esta opción en Alemania da vida a los recintos acostumbrados a ver pasajeros ir y venir.
Y no es el único. El aeropuerto de Vilna en Lituania convirtió su amplia zona asfaltada en un autocine. El proyecto se llama «Aerocinema – El viaje comienza» y se lleva a cabo
en conjunto con el Festival Internacional de Cine de Vilna.
El aeropuerto Ataturk de Estambul está viendo como parte de su complejo se convierte en un hospital de campaña para tratar a los pacientes de la COVID-19. En abril se inició la construcción del antiguo portal internacional de Estambul y se espera que el proyecto concluya este mes.
El aeropuerto de Heathrow en Londres se ha convertido en un depósito médico ya que la mayoría de los vuelos que llegan al aeropuerto más concurrido del Reino Unido han traído suministros médicos muy necesarios del extranjero.