Todos los indicadores llevan a los expertos a pronosticar que la recuperación de la economía estadounidense tras el impacto del coronavirus, será un proceso largo y complicado, con acentuados matices de recesión, continuas pérdidas de empleo y un alargado piso para la estabilización.
En el aquí y el ahora no hay quien sostenga la tesis de una recuperación en forma de “V” de la recesión económica y es un puñado que con fe sostiene la curva de una “U” para graficar el comportamiento de las variables en función de recuperar a la nación.
Hoy los economistas aseguran que los Estados Unidos vivirá los rigores de “una forma L”, que ilustra en su primer trazo la barrena en la que aún está el aparato productivo nacional que se detiene en una línea totalmente horizontal, sin picos aparentes y sin certezas del momento en que comenzará a levantar.
El empleo desaparece
Los Estados Unidos perdieron 701 mil empleos en marzo mientras la creciente pandemia de coronavirus devastaba la economía nacional y ponía fin a más de una década de crecimiento ininterrumpido del empleo, según datos publicados el viernes por el Departamento de Trabajo.
La primera ola de despidos impulsada por COVID-19 rompió una racha récord de 113 meses de aumento mensual consecutivo de puestos de trabajo que comenzó en octubre de 2010, según el informe de empleos de marzo. La tasa de desempleo subió al 4,4 por ciento desde el 3,5 por ciento en febrero, el mayor salto de un mes desde enero de 1975.
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Las empresas de todo el país se han visto obligadas a cerrar o restringir sus operaciones para cumplir con las prohibiciones del gobierno sobre las reuniones sociales emitidas el mes pasado para frenar la propagación de la pandemia.
Los restaurantes, bares, lugares de entretenimiento, instalaciones recreativas y otros negocios considerados no esenciales han despedido a millones de trabajadores, con más de 6,6 millones de nuevos solicitantes de beneficios de desempleo sólo en la última semana de marzo.
En forma de “L”
La décimo segunda letra del alfabeto inglés no es más que un grafo para ilustra una caída de la economía hasta el piso de la contención, la detención de la barrera, para luego avanzar de manera lenta y en línea recta a buscar la luz al final del túnel.
Desde Self Bank perteneciente al banco español, Singular Bank S.A.U, que desde febrero de 2019, es propiedad de Warburg Pincus, fondo de capital riesgo estadounidense, y Javier Marín Romano, ex consejero delegado de Banco Santander, “la forma L ilustra concretamente, aquella recesión que se produce de forma pronunciada y cuya recuperación es muy lenta”.
En este caso, la recuperación de indicadores macroeconómicos como el empleo o el PIB puede durar años, o incluso décadas. “Es la forma de recesión y recuperación más dramática que existe: la caída suele ser drástica, pronunciada y envuelta de crisis y pánico; mientras que la recuperación suele ser tan lenta que a veces incluso es referida como un periodo de depresión”, indica la firma.
El fondo del abismo
Estados Unidos está enlazado a una serie de simbolismos en su sistema de creencias que llega a imprimir ideas fundacionales como la que reza que “en Dios confiamos” inscrita por primera vez en una moneda de 1864.
Sin embargo para este tema sería más oportuno citar a Alexander Hamilton, quien cierta vez apuntó que “yengo el deber de exponer las cosas como son, no como deberían ser.” El que fuera primer secretario del Tesoro de la Nación, de 1789 a 1795, ya era partidario de hablar a los ciudadanos con la verdad.
Aunque el informe de empleo de marzo muestra las etapas iniciales del colapso económico provocado por la pandemia, es probable que se tarde otro mes en evaluar el alcance total del daño.
Las dos encuestas utilizadas para recopilar los datos de empleo de marzo se publicaron durante la semana del 12 de marzo, poco antes de que una avalancha de reclamaciones de desempleo aplastara los sitios web de desempleo del estado y los presupuestos municipales.
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El gobierno federal ya ha tomado medidas sin precedentes para apoyar la economía frente a la peor pandemia en más de un siglo. El presidente Trump firmó la semana pasada un proyecto de ley de rescate económico de 2 billones de dólares que incluía pagos directos a los adultos estadounidenses, más de 350.000 millones de dólares en préstamos a pequeñas empresas y miles de millones más en ayudas a empresas e industrias.
“Estamos pasando por algo que nunca antes habíamos hecho, donde el gobierno ha cerrado grandes partes de la economía por razones de salud”, dijo el Secretario del Tesoro Steven Mnuchin el jueves durante una sesión informativa en la Casa Blanca.