El presidente Donald Trump se decidió por el uso de los números, una manera de hacer entender a la población que si su comportamiento frente a la pandemia no se rige a las directrices sanitarias, la COVID-19 podría asesinar de 100 mil a 240 mil personas en los Estados Unidos.
Las cifras forman parte de modelos predictivos que apunta a las centenas de miles de bajas en la batalla contra el coronavirus como el escenario más optimista, porque de no mantenerse o incluso radicalizarse el aislamiento social, los camposantos de la nación podrían dar alojo a entre 1,5 y 2,2 millones de víctimas.
Estos datos fueron aportados por un Presidente que ha acentuado su tono sombrío como mecanismo retórico. Es el mismo que en la etapa inicial restó importancia a la pandemia y que ahora con un ahogado frenesí insta a los estadounidenses a que presten atención a las directrices, al tiempo que advierte de un “período difícil” que se avecinaba.
“Vamos a pasar por dos semanas muy difíciles y luego, con suerte… vamos a empezar a ver una verdadera luz al final del túnel”, dijo Trump en declaraciones desde la sala de reuniones de la Casa Blanca el martes por la noche.
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“Como nación, nos enfrentamos a unas semanas difíciles a medida que nos acercamos a ese día realmente importante en el que vamos a ver que las cosas mejoran de repente”, continuó el presidente. “Nuestra fuerza será puesta a prueba, y nuestra resistencia será puesta a prueba, pero América responderá con amor y coraje y una resolución férrea”.
Habló Deborah Birx
Deborah Leah Birx la médico y diplomática estadounidense quien desde marzo se desempeña como coordinadora de respuesta para la Fuerza de Tarea de Coronavirus de la Casa Blanca, explicó los datos, que sustentaron la decisión de Trump de extender las directrices de distanciamiento social hasta finales de abril, en una sesión informativa de la Casa Blanca el martes, instando al público a soportar las difíciles semanas que se avecinan, al tiempo que expresaba su esperanza de que los esfuerzos redujeran la propagación del coronavirus.
“No hay una bala mágica. No hay una vacuna o terapia mágica. Son sólo comportamientos”, dijo Birx, que coordina la respuesta del gobierno federal a la pandemia del coronavirus, y agregó que esos comportamientos podrían cambiar “el curso de la pandemia viral”, dijo la funcionaria.
Anthony Fauci no frena
La administración Trump ha instado a la gente a evitar los restaurantes y bares, evitar los viajes discrecionales y trabajar desde casa si es posible, evitando reunirse en grupos de más de 10 personas. Varios estados han emitido órdenes que limitan el movimiento fuera del hogar a las actividades esenciales solamente.
Esas restricciones han perjudicado la economía, pero el doctor Anthony Fauci, un miembro clave del grupo de trabajo de la Casa Blanca sobre el coronavirus, dijo que ahora no es el momento de quitar el pie del acelerador diciéndole a la gente que vuelva a su vida cotidiana.
“Esto es difícil. La gente está sufriendo. La gente está muriendo. Es inconveniente desde el punto de vista de la sociedad, desde el punto de vista económico, pasar por esto, pero esta va a ser la respuesta a nuestros problemas”, dijo Fauci.
“Vamos a unirnos todos y asegurarnos de que mientras esperamos los próximos 30 días, lo hacemos con toda la intensidad y fuerza que podamos”, añadió.
Una visión conjunta
Aún así, Birx y Fauci subrayaron que no es seguro que el número total de muertes llegue a 100.000 si los estadounidenses siguen estrictamente las recomendaciones sobre el distanciamiento social.
“Realmente creemos y esperamos cada día que podemos hacerlo mucho mejor que eso”, dijo Birx.
Birx mostró una diapositiva que muestra los casos acumulados en los estados de California y Washington y cómo las fuertes técnicas de mitigación, como las órdenes de refugio en el lugar, impidieron que los casos aumentaran de manera significativa, comparándolos con un fuerte aumento de los casos en el área metropolitana de Nueva York, que se ha convertido en el epicentro del virus. Al mismo tiempo, advirtió de señales preocupantes en Detroit, Chicago, Nueva Orleans y Massachusetts.
Fauci dijo que el objetivo de la administración en los próximos 30 días es ayudar a Nueva York y Nueva Jersey a “superar” sus brotes, al tiempo que se previenen los brotes en otros estados y áreas metropolitanas mediante el estricto cumplimiento de las recomendaciones de distanciamiento social.
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Birx dijo que la administración se basa en un modelo producido por el Dr. Christopher Murray del Instituto de Métrica y Evaluación de la Salud de la Universidad de Washington que asume que los esfuerzos de mitigación están en marcha y se actualiza diariamente y cada noche en base a las condiciones en el terreno.
Fuente de la decisión
Trump el domingo anunció que extendería las directrices de distanciamiento social a nivel nacional hasta el 30 de abril, después de que la semana pasada expresara su esperanza de que el país se “abriera” para el Domingo de Pascua.
Los datos publicados por el grupo de trabajo de coronavirus de la Casa Blanca el martes contribuyeron en gran medida a la decisión del presidente de retrasar la relajación de las directrices en algunas partes del país en un intento de revivir la economía de los EE.UU.. La Casa Blanca publicó por primera vez las directrices de distanciamiento social hace 15 días.
Hay por lo menos 181.000 casos confirmados del coronavirus en los EE.UU., incluyendo 3.606 muertes, hasta el martes por la noche, según la Universidad Johns Hopkins. Los EE.UU. tienen ahora más casos confirmados que cualquier otro país, con brotes que crecen rápidamente en Nueva York, Nueva Jersey, Luisiana, Michigan, Florida y otros estados.