Once partículas “merengue” fueron suficientes para desatar una tormenta de arena con la que el Real Madrid hizo desaparecer la ilusión del Al Ain en el estadio “Zayed Sports City” de Abu Dabi.
Una estrepitosa caída del cincuentenario club futbolístico de los Emiratos Árabes Unidos 4-1, devolvió cierto aire de “vikingos” a los madridistas, mote con el que alguna vez fueron tildados.
En 2018 “los blancos” tuvieron algo de su legendario espíritu arrasador. Cerraron el periplo transformados en el primer club que conquista tres ediciones consecutivas de la Liga de Campeones y el Mundial de Clubes.
El Mundial ganado en Abu Dabi dibuja el “icor” derramado por estos olímpicos, que sin necesidad de visa, han cobrado vida en España para dar a los ibéricos y a sus seguidores en el planeta una prolija demostración en cuanto a títulos se refiere en sus 116 años de historia.
Como en todos los asuntos humanos, nada está bajo control, pero siempre ayuda buscar sociedades con los mejores. A la península de arabia los avezados del balompié europeo fueron a imponer su oficio.
Luka Modric, Marcos Llorente y Sergio Ramos fueron los artilleros. No obstante la plástica desplegada en el terreno por el mediocampista de nacionalidad croata, inspiró a la oncena madridista en un concierto de goles, que hasta tuvo como “bemol” el autogol de desafortunado Yahia Nader.
La decimoquinta edición del Mundial de Clubes de la FIFA 2018 fue para el Real Madrid. La obtuvo con el argentino Santiago Solari en calidad de DT, quien mostró la proeza de arar en el desierto. Con un Gareth Bale que se deshizo en la grama dando su mejor ofensiva y sin desesperos. Se quedó con las ganas de convertirse en el máximo goleador de la historia del Mundial de Clubes y con el desvanecido fantasma de Cristiano Ronaldo que terminaron por exorcizarlo de la “nívea” oncena, los derviches del Oriente Medio.
En resumen el Real Madrid tras golear 4-1 al Al Ain emiratí, consiguió su tercer título del Mundial de Clubes consecutivo y el séptimo contando la Copa Intercontinental. Es ahora sin dudas el más laureado de la historia también en ambos formatos de la competición:
Ganó tres Copas Intercontinentales (1960 al Peñarol, 1998 al Vasco da Gama y 2002 al Olimpia) y lleva ya cuatro Mundiales de Clubes (2014 a San Lorenzo, 2016 a Kashima Antlers, 2017 a Gremio y 2018 a Al Ain).
En el palmarés de este torneo, que comenzó a jugarse en 2000, el Real Madrid figura por delante del Barcelona, que lo ha ganado en tres ocasiones (2009, 2011 y 2015).
La victoria del Real Madrid mantiene el dominio del ganador de la Liga de Campeones, ya que desde que venció el Corinthians en 2012 siempre ha ganado este torneo el representante europeo.
2016 Japón Real Madrid (ESP) Kashima A. (JPN) 4-2
2017 Emiratos Real Madrid (ESP) Gremio (BRA) 1-0
2018 Emiratos Real Madrid (ESP) Al Ain (EAU) 4-1
Historias personales positivas
El centrocampista teutón Toni Kroos superó al portugués Cristiano Ronaldo con su quinta conquista del Mundial de Clubes, rey de la competición, tras ganar una edición con el Bayern Múnich y cuatro con el Real Madrid.
Tras la goleada Kroos es el futbolista que ha ganado el Mundial de Clubes en más ocasiones.
En 2013 se estrenó con el Bayern y ha sido indiscutible en el centro del campo del Real Madrid en las cuatro conquistas de los cinco últimos años (2014, 2016, 2017 y 2018).
En las estelas se puede ver la sombra del portugués Cristiano Ronaldo, que ganó una edición con el Manchester United y tres con el Real Madrid.
Esos cuatro galardones lo igualan un puñado de futbolistas madridistas: Sergio Ramos, Marcelo, Keylor Navas, Karim Benzema, Gareth Bale, Isco Alarcón, Raphael Varane, Nacho Fernández y Dani Carvajal.
Además, los capitanes del Real Madrid Sergio Ramos y el brasileño Marcelo lograron su título 20 con el club madridista, superando los 19 de Iker Casillas y José Antonio Camacho, quedando a uno solo de Manolo Sanchís y a tres del futbolista más laureado, Paco Gento, que conquistó 23.
Negativas historias personales
Jugar en la casa del adversario es cuesta arriba, pero hacerlo con una deuda pendiente es mucho peor.
El capitán del Real Madrid, Sergio Ramos, quien expresó una de las más motivadoras arengas para que su club llegase inspirado a los Emiratos Árabes, fue abucheado de forma tormentosa al punto que lo hizo perder los estribos.
El inicio de la final del Mundial de Clubes estuvo marcado por el abucheo y los sonoros silbidos que recibió Ramos cada vez que entró en contacto con el balón.
La afición de Abu Dabi mostró su indignación por la jugada de la final de la Liga de Campeones entre Real Madrid y Liverpool, en la que lesionó a un jugador idolatrado en el mundo árabe como Salah.
En el partido del Real Madrid en semifinales, también en el Zayed Sports City Stadium de Abu Dabi, no hubo ningún gesto de los aficionados que acudieron al duelo ante el Kashima con media entrada en la grada. Sin embargo, con el estadio lleno en la gran final, numerosos aficionados la tomaron con el capitán del Real Madrid.