Abogado, luchador y miembro activo de la comunidad de New Jersey, Thomas R. Ashley fue un hombre muy importante para la historia moderna de Estados Unidos.
Ashley fue uno de los abogados litigantes más destacados del país y un dedicado defensor de los derechos civiles por al menos tres décadas. Nació y creció en Camden City. Tras graduarse de la escuela secundaria de Camden en 1960, ingresó en la Universidad de Rutgers-New Brunswick, donde recibió una beca completa de baloncesto, y posteriormente en la Facultad de Derecho de la Universidad de Rutgers-Newark, donde, al graduarse, recibió el Premio de Jurisprudencia Americana por sus logros en derecho constitucional y de derechos civiles.
“Una noche estaba en un billar, y la policía irrumpió y nos alineó a todos contra la pared, buscando a un sospechoso. Y me pregunté: ‘¿Será esto legal?’. Al crecer donde crecí, comprendí los problemas y dificultades que enfrentan las personas, en particular los afroamericanos y otras minorías en nuestro país”, contó en alguna entrevista reseñada por Ten Leaders y esa pasión la trasladó a los juzgados.
Fue su misma Alma Máter quien le otorgó el prestigioso premio de Derechos Civiles de la Facultad de Derecho, luego Ashley se encontró en el punto de mira de los principales bufetes de abogados del país. Las ofertas millonarias se amontonaban, pero un encuentro con su mentor cambió el rumbo de su carrera.
No fue una oferta lucrativa lo que captó su atención, sino el consejo de Arthur Kinoy, un talentoso y sensible profesor de derecho, reconocido por haber defendido a figuras como Adam Clayton Powell. En 1964, Kinoy lo instó a unirse al equipo legal nacional de la Asociación Nacional para el Progreso de las Personas de Color (NAACP).
Así, en lugar de aceptar un puesto en un bufete corporativo, Ashley se dedicó a litigar casos de derechos civiles. Entre sus primeros casos, se encontraba la defensa de un joven afroamericano acusado de incendio provocado en un edificio de Enid, Oklahoma, en 1968, un caso que el juez finalmente desestimó.
En solo cuatro años, su tenacidad y talento lo llevaron a formar una sociedad con el legendario abogado penalista y de derechos civiles Raymond A. Brown. Juntos, forjaron una firma y una reputación en Newark que hoy, décadas después, sigue siendo una pieza fundamental del legado legal de la ciudad.
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Una pérdida sentida
El comisionado director Louis Cappelli Jr. y el alcalde de Camden Victor Carstarphen lamentaron la partida de una figura tan memorable.
“Aunque su vida y su carrera lo llevaron por todo el país, la conexión del Sr. Ashley con Camden nunca flaqueó. A menudo hablaba de cómo crecer en Camden moldeó no solo su perspectiva, sino también su sentido de la justicia. Fueron estas experiencias las que lo inspiraron a convertirse en abogado. La vida de Thomas R. Ashley nos recuerda la promesa y el potencial de Camden. Su legado perdurará en la comunidad de Camden y en las vidas de todos aquellos a quienes impactó con su apoyo”, afirmaron las figuras políticas en una declaración conjunta.
“En nombre de la Junta de Comisionados, extendemos nuestras más sinceras condolencias a todos los seres queridos del Sr. Ashley durante este momento increíblemente difícil”, agregaron.