Un calentador eléctrico pudo haber provocado el incendio en el Bronx que dejó al menos 17 muertos y 60 heridos, informó el comisionado del Departamento de Bomberos de Nueva York. Las llamas comenzaron en un apartamento de dos pisos y el humo se extendió por todo el edificio.
Entre las víctimas hay nueve niños, de acuerdo con las autoridades. El siniestro se convirtió en el más mortífero de la ciudad en 30 años.
El incidente también provocó que 32 personas fueran trasladadas a instituciones de salud en condición crítica, dijo el alcalde Eric Adams. Mientras, el comisionado de bomberos, Daniel Nigro, indicó que encontraron víctimas en cada uno de los 19 pisos del edificio. Agregó que el humo del incendio fue «sin precedentes».
El fuego se originó en un dúplex situado en el segundo y tercer piso, cuya puerta de entrada quedó abierta, facilitando la propagación del fuego por el resto del edificio, según las autoridades.
El hecho ocurrió días después de que un incendio cobró la vida de 12 personas en Filadelfia, entre ellas ocho menores.
Este incendio es uno de los peores que ha sacudido a la ciudad de Nueva York señaló AFP, desde el siniestro ocurrido en el club nocturno Happy Land, también en el Bronx en 1990, en el que murieron 87 personas. En diciembre de 2017, 13 personas murieron en un incendio en un edificio de apartamentos también en el Bronx.
Los hospitales continúan trabajando desesperadamente para salvar las vidas de más de una docena de personas gravemente heridas, la investigación se centra en una puerta que debería haberse cerrado automáticamente pero no lo hizo. Los pacientes están repartidos entre hospitales como el Centro Médico Jacobi, el Centro Médico Westchester y el Hospital Presbiteriano de Nueva York/Cornell. Hasta el momento no se han dado a conocer los nombres de los fallecidos.
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Muchas de las víctimas son inmigrantes musulmanes de la nación de Gambia, en África occidental.
¿Qué se sabe de las víctimas?
El New York Times pudo conversar con varios sobrevivientes. Wesley Patterson, de 28 años, residente desde hace más de 20 años, entró a su baño para lavarse alrededor de las 11 am cuando su novia llamó a la puerta. Ella dijo que acababa de mirar por la ventana y había visto llamas saliendo del apartamento de al lado.
Un espeso humo negro comenzó a inundar su apartamento. En cuestión de segundos, Patterson apenas podía ver a su novia o a su hermano, y estaban al otro lado de la habitación.
Escenas frenéticas como esta se desarrollaban en apartamentos a lo largo del edificio de 19 pisos, mientras padres e hijos buscaban escapar de hogares que de repente estaban oscuros y sin aire. Tony Johnson, de 54 años, un veterano del ejército, buscó su vieja máscara de gas pero no pudo encontrarla.
Mamadou Wague, de 47 años, vivía en el tercer piso con otros nueve miembros de la familia. «Uno de los niños dijo: ‘¡Oh, papá! ¡Papi! ¡Hay un incendio!’», dijo. «Me levanto y hay humo en las habitaciones de los niños». Sufrió quemaduras en nariz y boca luego de sacar a sus hijos de las camas transformadas en llamas.