Los residentes del campamento de indigentes tienen una cosa clara en sus mentes: No se retirarán del Benjamin Franklin Parkway. Hasta el momento hacen resistencia a los movimientos policiales que han cerrado una parte de Parkway el miércoles por la mañana. Los residentes del campamento han recibido la orden de abandonar el lugar a las 9:00 a.m. Sin embargo eso no ha sucedido. Los patrulleros de la policía están en la escena bloqueando los carriles de salida entre las calles 20 y 22. Los carriles de entrada también están cerrados entre las calles 20 y 21.
Las personas que habitan el campamento en el Ben Franklin Parkway dieron una conferencia de prensa el miércoles por la mañana. Los habitantes dicen que no tienen intención de irse.”No vamos a ninguna parte. No lo haremos. ¿Adónde vamos a ir? No tenemos adónde ir”, dijo Teddy Munson entrevistado por la CBS.
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Los organizadores del campamento de los sin techo llaman a esta actividad la ronda tres, ya que han seguido ganando tiempo, incluso llevando la orden de disolverse a los tribunales. Los datos fueron logrados por los periodistas Alecia Reid y Alexandria Hoff apostados en el lugar.
Las órdenes anteriores de desocupar no se cumplieron. El juez finalmente dictaminó que el desalojo puede tener lugar con 72 horas de antelación.
Incluso después del fallo de un juez federal, no hay intención de mudarse.
“No tenemos a donde ir”
“La mayoría de estos residentes han sido puestos en la lista negra de estos refugios y no tienen a dónde ir”, dijo una persona.
Y sin ningún lugar a donde ir, es más seguro para ellos permanecer en un campamento.
“La comida, el agua, la ropa, todo lo que necesitamos está realmente aquí. No tenemos que esperar en una larga fila para conseguirlo. No nos tienen que decir que no”, dijo Tanya Scott.
Por ahora, dicen que las soluciones de la ciudad son sólo temporales.
“La vivienda es un derecho humano. Los alquileres en Filadelfia son demasiado altos. Ese es el problema”, dijo Sterling Johnson, el organizador de la Cooperativa de Trabajadores afros y latinos.
“Soy un hombre sano, me levanto y trabajo todos los días, pero no puedo permitirme cuidar de mí mismo y de los míos”, dijo Anthony Lloyd.
Cuando se le preguntó qué piensa hacer la ciudad si los habitantes se niegan a irse, el alcalde Jim Kenney respondió: “Hemos estado en contacto directo con los residentes, grupos de residentes y grupos representativos y continuaremos este esfuerzo hasta que no funcione más. No sé cuándo va a ser eso”, dijo.
Preparados para lo que sea
“Si quieren hacer un examen físico y arrestarnos estaban preparados para eso”, dijo Irvin Glenn Murray.
Los residentes del campamento organizaron una comida al aire libre el martes por la noche. Una invitación formal pedía que más gente viniera a la calle 22 y a la avenida y a un campamento secundario para personas sin hogar en la avenida Ridge y en la calle Jefferson, para comer y pasar la noche. El llamado a la acción se llamó “Ronda tres de la defensa del campamento”.
“¿Qué van a hacer con nosotros, de verdad? ¿Qué van a hacer si dispersan a los cientos de personas que viven aquí? ¿Cuál es la otra opción para nosotros?” Lloyd dijo.
En las últimas semanas, las negociaciones entre los líderes de los campamentos y los funcionarios de la ciudad se rompieron. La oficina del alcalde notó una lista de demandas que cambiaban constantemente y que venían del campamento.
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En un comunicado, los concejales Jamie Gauthier y Kendra Brooks dijeron: “El hecho de que un acuerdo siga siendo inalcanzable es un reflejo de lo difícil que es asegurar una vivienda segura y permanente para todos los habitantes de Filadelfia, pero sigue sin justificar la limpieza de los campamentos durante una pandemia mundial”.
Los residentes que viven en el parque han expresado desde hace tiempo su preocupación por el flagrante consumo de drogas, además de las condiciones insalubres e inseguras que fluyen desde el interior del campamento.
Según los funcionarios de la ciudad, han cumplido con varias demandas, incluyendo planes para una pequeña casa pueblo, habitaciones de hotel para albergar a los COVID-vulnerables, y un programa de realojamiento rápido.