Con un 58% de avance materializado, el Puente Chacao continúa consolidándose como la obra de infraestructura más emblemática en ejecución en Chile y el puente colgante más largo de América Latina.
Con 2.750 metros de extensión, equivalentes a casi 3 kilómetros, la estructura permitirá unir de manera permanente la ribera norte, en Pargua, con la ribera sur, en Chacao, otorgando por primera vez un acceso directo entre el continente y la Isla Grande de Chiloé.
La idea de conectar ambos territorios mediante un puente no es nueva. Fue propuesta por primera vez en 1966 por el entonces diputado Félix Garay, quien, tras un viaje a Estados Unidos, quedó impresionado por el Golden Gate y sugirió construir una estructura similar sobre el Canal de Chacao. Sin embargo, los estudios técnicos y económicos de la época no convencieron al Presidente Eduardo Frei Montalva, por lo que el proyecto quedó archivado durante décadas.
Recién en 2012, luego de nuevos estudios y tras la resciliación de un contrato previo en 2006, el Estado decidió retomar la iniciativa y avanzar con un esquema de obra pública financiada íntegramente por recursos fiscales.
La licitación para el diseño y la construcción fue adjudicada en febrero de 2014, y ese mismo año el Ministerio de Obras Públicas entregó el terreno al consorcio responsable. La fase de diseño concluyó en marzo de 2018, permitiendo el inicio definitivo de las obras.
Características únicas
El Puente Chacao destaca por sus características únicas dentro de la ingeniería mundial. Tendrá 100 años de vida útil, cuatro pistas de circulación, tres pilas de hormigón armado, dos macizos de anclaje y una altura máxima de 200 metros sobre el nivel medio del mar en su pila norte.
Además, dos de sus tres pilas, la Norte y la Central, están fundadas en el mar mediante pilotes de 2,65 metros de diámetro que llegan a profundidades de hasta 90 metros.
La estructura tendrá un diseño asimétrico, debido a la presencia de la Roca Remolino, sobre la cual se construye la pila central en una distintiva forma de “Y” invertida con cuatro apoyos.
Lee también:Los desafíos de la inteligencia artificial (IA) en 2026
Sus cables principales, de 62 centímetros de diámetro y compuestos por 7.620 alambres, podrán resistir 32.500 toneladas de tracción, equivalentes al peso de más de 12.000 vehículos.
El entorno en el que se emplaza el proyecto convierte al Puente Chacao en un desafío de ingeniería de escala internacional. El canal presenta vientos que pueden superar los 120 km/h, corrientes marinas de hasta 18 km/h y diferencias de mareas que alcanzan los 8 metros, condiciones que exigen soluciones estructurales robustas y tecnología de punta.
Una vez operativo, el cruce entre ambas orillas se completará en apenas 3 minutos, en contraste con los 30 a 40 minutos que actualmente requiere el transbordador, tiempo que puede aumentar en situaciones de marejadas o mal clima. Asimismo, el proyecto contempla áreas de servicio en la ribera sur, con un edificio de control, sala de monitoreo, pasarelas y miradores destinados a visitantes.
La entrega de la obra está prevista para octubre de 2028, momento en que Chile quedará conectado de manera continua por la Ruta 5 desde Arica hasta Quellón. Más allá de su magnitud técnica, el Puente Chacao será un hito histórico en integración territorial, movilidad y desarrollo regional para Chiloé y para todo el país.

































Noticias Newswire









