La historia tiene registrados muchos eventos que sustentan la idea de que para sacar de sus cabales al presidente Donald Trump no se requiere de grandes esfuerzos. Esa “debilidad” fue aprovechada por el Proyecto Lincoln, que criticó duramente la respuesta del Jefe de Estado frente al coronavirus con el ánimo de ver desatada la furia del mandatario.
Con este movimiento lograron poner sobre la pantalla de su Smartphone al jefe de la nación más poderosa del mundo, quien se defendió de la arremetida que sufrió por parte de aquilatados conservadores quienes están reunidos con miras a frustrar la reelección de Trump en el venidero noviembre.
El grupo de republicanos encabezado por el abogado George Conway, esposo de la asesora de la Casa Blanca, Kellyanne Conway, diseñó la reacción de Trump con una nueva bravata en la que esparció la palabra “loser” por todos los rincones.
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El Proyecto Lincoln planificó la nueva “cólera” presidencial tras divulgar un anuncio de sesenta segundos de duración – titulado “Luto en América”. La pieza versionó una obra de teatro sobre la famosa propuesta de la campaña de 1984 y el eslogan del ex presidente Ronald Reagan. Esto buscó deleznar la respuesta de la administración Trump a la pandemia del coronavirus y la cuestionó: “Si tenemos otros cuatro años como este, ¿habrá siquiera una América?”.
Trump frente al teléfono
La plataforma Twitter, el escenario donde el presidente Trump despliega sus más arteras peleas, volvió a recibir las frases de una persona realmente molesta.
El Jefe de Estado escribió justo antes de la medianoche del lunes que “un grupo de republicanos de RINO que fracasaron gravemente hace 12 años, y luego otra vez hace 8 años, y luego fueron golpeados MALAMENTE por mí, un político primerizo, hace 4 años, han copiado (sin imaginación) el concepto de un anuncio de Ronald Reagan, ‘Morning in America’, haciendo todo lo posible para vengarse de todos sus muchos fracasos”.
La metralla desde la Casa Blanca no tuvo pausas. “Verán, a estos perdedores no les importan 252 nuevos jueces federales, 2 grandes jueces de la Corte Suprema, un ejército reconstruido, una 2da enmienda protegida, los mayores recortes de impuestos y regulaciones, y mucho más”, continuó el presidente.
Trump ripostó afirmando que “no usó a ninguno” de los fundadores del grupo o asesores afiliados en sus propias campañas presidenciales “porque no saben cómo ganar”, y argumentó que “su llamado Proyecto Lincoln es una vergüenza para el Honesto Abe”.
“No sé lo que Kellyanne le hizo al perdedor trastornado de su marido, Moonface, pero debe haber sido muy malo”, Trump escribió de George Conway.
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Trump también se dirigió a los estrategas políticos John Weaver, de quien el presidente dijo que “perdió a lo grande” asesorando a la candidatura del ex gobernador de Ohio John Kasich para la Casa Blanca en 2016; al “loco” Rick Wilson, quien “perdió por Evan ‘McMuffin’ McMullin”, un candidato presidencial independiente en 2016; y a Steve Schmidt y Reed Galen, quienes asesoraron al ex senador John McCain (R-Ariz.).
Por último, el presidente se centró en Jennifer Horn, ex candidata al congreso por el Partido Republicano en New Hampshire, que según Trump fue “expulsada” del Partido Republicano del estado.
“Todos son perdedores, pero Abe Lincoln, republicano, es todo sonrisas”. Trump concluyó.