La pandemia del SARS-CoV-2 tuvo su epicentro en la ciudad china de Wuhan, por eso el Gobierno de este país vetará a los mercados de animales vivos y prohibirá expresamente el consumo de carne de animales salvajes, como el pangolín, la serpiente o la civeta. El veto oficial ha afectado también a perros y gatos, que a partir de ahora podrían quedar definitivamente relegados del consumo legal en el país asiático.
El Ministerio de Agricultura y Ganadería del Gobierno chino hizo público el pasado día 1 de mayo un comunicado oficial en el que anunciaba la publicación de un borrador de ley que contempla la eliminación del perro de la lista de animales aptos para el consumo humano.
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Las autoridades justificaron su decisión en que perros y gatos son considerados como animales de compañía en la mayoría de los países del mundo.
Humane Society International (HSI) aplaudió la medida. La organización conservacionista calcula que cada año entre 10 y 20 millones de perros y unos 4 millones de gatos son sacrificados en China para el consumo humano.
De esta manera, el Ministerio de Agricultura de China anunció que los perros han dejado de ser considerados ganado y que, por tanto, se prohíbe su cría en las granjas para su consumo humano. La entidad publicó el «Catálogo de recursos genéticos de ganado y aves de corral», que establece por primera vez una lista de 33 especies que pueden ser criadas en el país, prohibiendo así a las no mencionadas, como el perro y el gato.
Durante el proceso de recepción de solicitudes y opiniones establecido por las autoridades, la mayoría de personas que se pronunciaron al respecto ante el Ministerio consideraban que los perros no debían ser incluidos en el listado de ganado.
Aún se establece en fase de revisión en la página oficial del Ministerio de Agricultura China.